La temporada 2025 finalizó hace semanas. En Visma se dieron cuenta durante el curso que tienen entre sus corredores a un ciclista muy especial. Uno que ha hecho que Olav Kooij, un seguro de vida en victorias para el equipo, tuviese que marcharse a Decathlon. Ese es
Matthew Brennan, que lo tiene todo para dominar el pelotón en el futuro a largo plazo.
Visma - Lease a Bike tiene en su plantilla un diamante por pulir. Matthew Brennan podría ser la futura estrella del equipo, a juzgar por lo mucho que ha impresionado y ganado en su año neo-pro con la estructura.
“Arrancamos la temporada con el objetivo de intentar ganar una carrera, básicamente”, contó Brennan a
CyclingWeekly. “Luego se desbordó un poco más rápido y bastante más de lo que pensábamos.”
El talento de Brennan no era desconocido, pero su progresión se aceleró cuando firmó como profesional a comienzos de año y, aunque al principio siguió compitiendo mayoritariamente con el equipo sub-23, en marzo quedó claro que tenía piernas para mucho más.
Ya en enero, en el Tour Down Under, rozó el triunfo en la primera etapa, y en marzo enlazó tres victorias en clásicas francesas en días consecutivos: una carrera quebrada, un sprint masivo y una clásica adoquinada.
Con solo 19 años, muchos podían pensar que aún era pronto para darle galones en un equipo así. Pero tras la caída y lesión de Jonas Vingegaard en París-Niza, Brennan ocupó la plaza del danés en la Volta a Catalunya. “Teniendo en cuenta que nunca había oído hablar de esta carrera. Pensé: ‘vale, sí, lo que digáis’. No estaba muy convencido. Menos mal que les hice caso.”
Brennan ganó dos etapas en la Volta a Catalunya 2025. @Sirotti
El resto es historia: ganó la etapa inaugural por delante del dúo de Alpecin-Deceuninck Kaden Groves y Tibor del Grosso, y repitió triunfo más adelante en la semana.
Una mina de victorias
Brennan también se impuso en el Tour de Romandía, Vuelta a Colonia (superando a Biniam Girmay), Tour de Noruega, Tour de Polonia, Tour de Gran Bretaña e
incluso en la Vuelta a Alemania, donde contó con lanzamientos de nada menos que Wout van Aert.
Sumó además otras actuaciones consistentes, como un segundo puesto en el campeonato nacional británico y, especialmente, en París-Roubaix, donde sufrió con la distancia, pero se mantuvo entre los mejores tras la Trouée d'Arenberg, punto en el que la carrera se rompió definitivamente.
Su potencial como clasicómano, y también en la media montaña, le convierte en una amenaza más allá de los esprints, donde ya se ha confirmado como uno de los mejores del mundo.