La triste realidad de correr la
París-Roubaix es que, como corredor, siempre estás a punto de sufrir una dolorosa caída. Este año, uno de los que se cayó en el histórico monumento francés fue
Elia Viviani, del
INEOS Grenadiers.
Viviani, que corría el "Infierno del Norte" por primera vez en siete años, se vio envuelto en una desagradable caída dentro del pelotón antes de que los corredores hubieran llegado siquiera al primero de los sectores adoquinados. Y dado que la edición de este año de la París-Roubaix pasó a la historia como la más rápida de todos los tiempos, como es de imaginar, el italiano se fue al suelo con fuerza y a toda velocidad.
Afortunadamente, el experimentado piloto de 35 años logró escapar sin lesiones graves. Según el propio Viviani, una gran razón para ello fue su casco. Las pruebas realizadas en el hospital el día de la carrera descartaron fracturas, otros controles destacaron una lesión muscular que podré recuperar en unos días al igual que las diversas abrasiones de mi cuerpo", escribió el italiano en su cuenta oficial de X (Twitter). "Sobre mi cabeza, pasé todos los controles necesarios y todo ok".
"Puede parecer estúpido decirlo una y otra vez, pero el casco me salvó la vida en la caída del domingo", continúa Viviani. "Explotó en el momento del impacto, asegurando que éste no llegara a mi cabeza. Gracias KASK!"