Dan Martin ha sido uno de los corredores más exitosos de la década de 2010 y ha sido testigo de un nuevo tipo de carreras en las Grandes Vueltas, marcadas por el ritmo y el criticado "Sky Train". Aunque esa época ha quedado atrás, el irlandés cree que la situación sigue siendo la misma en el pelotón.
Martin dijo a The Guardian lo siguiente: "Ahora las carreras son bastante aburridas de ver porque ya nadie comete errores. Todo está tan afinado que no se ve a los chicos teniendo días malos. Todo el mundo es perfecto desde el punto de vista nutricional, el entrenamiento es perfecto, y falta ese elemento humano. Las carreras se han convertido en algo prescriptivo".
Ha argumentado que las carreras de hoy en día se han vuelto menos emocionantes de lo que solían ser. Un argumento utilizado con frecuencia por antiguos ciclistas, pero no por aquellos que se han retirado hace unos meses. "Aunque sigo siendo competitivo, me he dado cuenta de que las carreras han perdido el elemento de diversión", ha añadido sin embargo Martin, una razón para su retirada a finales de 2021.
"Por eso dejé de correr el año pasado por estas fechas: porque el deporte se estaba volviendo muy controlado. Había perdido mi ventaja porque ahora a todos los ciclistas se les dice exactamente lo que hacer y la metodología de cada equipo es la misma. Quiero poder decidir por qué, cuándo y qué entrenamiento hago y qué tácticas utilizo. Si hubiera entrado en ese equipo [el Sky], no habría disfrutado", continuó.
Como escalador con garra, encontró su pasión en las clásicas con repechos, donde estas tácticas no podían tener tanto éxito. De ahí que haya conseguido victorias muy significativas en la Lieja-Bastogne-Lieja y en Il Lombardía, así como algunas victorias de etapa en las Grandes Vueltas. Ha terminado cinco veces en el Top10 de las Grandes Vueltas, siendo su mejor resultado un cuarto puesto en la Vuelta a España de 2020, pero sus dificultades en las contrarrelojes le penalizaron.
"Aunque la gente diga que es la mejor carrera de la historia, en realidad se debe a Pogačar. Él es el cañón suelto que ataca cuando le apetece, mientras que el resto de las carreras están guionizadas y controladas", añadió Martin. "Pogačar vuelve a la idea del ciclismo romántico. Sigo hablando con él bastante a menudo y parece que disfruta corriendo con su bicicleta y por eso hace casi todas las carreras del calendario."
Pogacar, antiguo compañero de equipo y amigo -los dos se contestan a menudo bromeando en Twitter- es lo que muchos llaman un soplo de aire fresco, parte de la nueva generación de ciclistas que, debido a su enorme talento, tiene la capacidad de desatar el caos en muchos tipos de carreras. "Su equipo se está preparando para el futuro a pesar de que Pogačar sólo tiene 24 años. Así que la cuestión de la longevidad ya está ahí para él", dijo sin embargo Martin sobre el esloveno, teniendo en cuenta la apuesta por Juan Ayuso, y otros corredores muy jóvenes a los que apunta el equipo de EAU como el junior António Morgado.
"Cuando yo corría, un equipo habría cogido a Pogačar y habría dicho: 'Bien, es nuestro hombre para los próximos 10 años'. Ahora tienes estos superequipos, con los recursos para tener cinco jóvenes ciclistas detrás de él, listos para sustituirle en cuanto baje. He oído historias de jóvenes de 16 años que hacen 30 horas de entrenamiento a la semana. Ya se entrenan como profesionales empedernidos", dijo, justificando quizá el altísimo nivel con el que los pilotos ya suben de categoría.
"Mi simpatía está con los chicos que tienen que hacer más sacrificios que yo para estar en el pelotón. Sólo para estar en la línea de salida del Tour tienes que hacer campamentos de entrenamiento en altitud, perfeccionar la nutrición, tienes que estar súper, súper delgado. Tienes que hacer lo que hizo el Team Sky", argumentó.
"Yo conseguí el top-10 en el Tour de Francia entrenando en la puerta de mi casa todos los días. Hoy en día eso no es posible", concluyó Martin.