Christophe Moreau está inmerso en un proceso judicial en Suiza. El ex ciclista francés tendrá que responder por amenazas, violación de la ley federal sobre estupefacientes, insultos y allanamiento de morada a raíz de lo ocurrido hace casi un año en Porrentruy.
Moreau, que ahora tiene 52 años, se había atrincherado en casa de su ex mujer y sus hijas, impidiéndoles la entrada y profiriendo fuertes amenazas por teléfono a su ex cónyuge. Fue necesaria, pues, la intervención de la policía local, que se llevó detenido al ex ciclista, que pasó entonces un mes en prisión y otros dos en rehabilitación.
"Estaba borracho", cuenta el propio Moreau a Le Parisien. "Y mientras hablaba por teléfono con una de mis hijas dije algunas frases absolutamente repugnantes, que luego olvidé rápidamente. Una vez detenido, la policía me puso la grabación de esa llamada. Oí a un pedazo de mierda hablando con su hija y amenazando de muerte a su ex mujer. Esa escoria era yo. Me avergüenzo de mi comportamiento. Fui un cabrón".
Moreau dice que tuvo problemas de adicción: "Era famoso, tenía una cara bonita y tenía dinero. Así que intenté mantener el protagonismo que tenía cuando corría en bici. Caí en muchos excesos, el alcohol en particular. Podría haberme bebido tres litros de cerveza cada noche. Y también cocaína, porque quería poder salir de fiesta sin cansarme. Como ciclista, me pusieron el apodo de 'Le Grand'. Quería justificarlo incluso después del final de mi carrera. Es una estupidez, cuando lo pienso ahora".