Si hubiera dependido de los jefes de equipo del
Intermarché - Circus - Wanty, Jean François Bourlart y Alexandre Vinokourov, el ganador
Jasper Philipsen habría sido sancionado tras la 7ª etapa del
Tour de Francia. El belga realizó una maniobra relativamente peligrosa que obligó a
Biniam Girmay, tercero finalmente, a frenar un poco para esquivar las barreras.
Girmay cruzó la línea con un gesto de la mano hacia el belga, después de que Philipsen le hubiera cortado el paso. Sin embargo, media hora después del encuentro, el africano no quiso gastar tantas palabras al respecto: "Esto forma parte del esprint, así es como va siempre. Estás cerca de la rueda de tu predecesor y entonces pueden pasar esas cosas".
Mark Cavendish no gastó palabras al respecto nada más llegar. Habló sobre todo de un problema de cambio de marchas, que le obligó a sentarse dos veces en pleno esprint.
Los jefes de equipo de Biniam Girmay parecían pensar lo contrario, ya que Bourlart se dirigió al coche del jurado acompañado por Vinokourov. Ambos no recibieron respuesta y abandonaron decepcionados el camión de vídeo de la UCI, según informaron los periodistas presentes en el lugar.