Ben O'Connor logró un gran cuarto puesto en el
Tour de Francia de 2021, pero esta temporada no pudo dar continuidad a ese resultado, ya que las caídas y lesiones lo obligaron a abandoar en los primeros días.
"Estoy en un equipo francés y creo que este año tuve una preparación perfecta, pero no funcionó bien", dijo O'Connor en una entrevista con Cyclingnews. "Así que, definitivamente, esto no ha acabado. Tengo muchas ganas de seguir machacando y de intentar revivir lo que pasó el año pasado en el Tour, y ver si puedo acabar de nuevo entre los cinco primeros."
El australiano tuvo un buen comienzo de temporada. En el Critérium du Dauphiné rodó en tercera posición sólo por detrás de Primoz Roglic y Jonas Vingegaard, con el Jumbo-Visma dominando la carrera de forma similar a como lo haría más tarde en julio. O'Connor no pudo participar en la batalla, y en la Vuelta a España terminó en la octava posición.
"Ahí es donde creo que me encuentro ahora, pero que pueda hacerlo de verdad es otra cosa. Yo salgo con ese objetivo y si no puedes hacerlo, no puedes hacerlo. En la Vuelta fui octavo y me merecí terminar octavo porque no era lo suficientemente bueno", continuó. En 2023 es probable que vuelva al Tour en busca del éxito.
"Es un gran recorrido", comenta, que favorece mucho a los escaladores, sin apenas kilómetros de contrarreloj. "Creo que, en cierto modo, es triste que no haya suficiente contrarreloj, porque en realidad me gusta esa disciplina. La contrarreloj es muy dura. Deben ser unos 600 metros de subida. Es muy, muy dura". Como ha sido el caso del equipo francés durante muchos años, es probable que coloque sus mejores cartas en la Grand Boucle en busca del éxito.
"Creo que la carrera es muy bonita. De hecho, me recuerda a un recorrido que podría hacer el Giro. Menos tradicional, ya que no tiene esas etapas por el norte o por la zona del sur de París, donde puede ser muy fácil. No es así en absoluto. Sin embargo, me gusta su aspecto, con las grandes montañas. Es más o menos como una gran Dauphine en cierto modo", añadió O'Connor.
"Obviamente, a mí me encanta ese día grande de montaña, así que el Col de la Loze a Courchevel será realmente genial. Esa es probablemente la que me gustaría hacer bien. Además, la etapa de Bettex (etapa 15, ed.) quizá no sea perfecta para mí, pero podría ser una muy buena para ser agresivo".
"Y también la etapa de Morzine. Recuerdo la subida de la Dauphine, cuando me sentía muy bien, y se desciende, así que eso siempre cambia el juego y se abre para ir a por el lanzamiento", continuó. Ha contado con el apoyo de Bob Jungels, Aurélien Paret-Peintre, Mikaël Cherel y Geoffrey Bouchard para la montaña y debería esperar un bloque similar para 2023.
"Creo que es un grupo de compañeros afines y creo que sólo tenemos unos cuantos neoprofesionales realmente. El cambio no siempre es mejor", dijo sobre el equipo francés, que sólo ha fichado a tres jóvenes corredores franceses hasta 2023, y mantiene su plantilla prácticamente en la misma forma.
"Creo que en realidad podemos trabajar mejor como equipo y como grupo para mejorar, y luego ser aún más claros con la forma en que cada uno de nosotros ejercerá sus funciones durante la carrera. Mira lo que tenemos ahora: todavía tenemos a Greg [Van Avermaet], Benoît [Cosnefroy], Ollie [Naesen], Aurelien [Paret-Peintre]... Es decir, son corredores realmente buenos", añadió el australiano.
"Creo que todos estamos donde debemos estar en una carrera y no hay razón para no rendir. Estoy aquí hasta 2024 y lo estoy disfrutando. Ahora estoy listo para empezar el próximo año", concluyó.