En el B&B Hotels-KTM,
Audrey Cordon-Ragot estaba destinada a liderar el equipo femenino, pero al final todo se vino abajo y ella tuvo que unirse a otra escuadra. La francesa reflexiona sobre cómo la dirección engañó a las corredoras con falsas promesas durante un largo periodo de tiempo antes de que se revelara la verdad.
"Es una historia de locos. Todavía no me lo creo", declaró Cordon-Ragot a Le Télégramme. Durante dos meses, nos han mangoneado. En cuanto a mentiras, eso está en un nivel de élite. Sigo intentando encontrar explicaciones: ¿fue un círculo vicioso, una espiral, un descenso a los infiernos en el que mientes una vez, luego una segunda, luego una tercera y acabas convenciéndote de tus mentiras?".
En el marco del desarrollo de un equipo femenino en el B&B Hotels-KTM, Cordon-Ragot fue una de las primeras integrantes. "Estaba en el secreto, me dio confianza y abracé el proyecto como nunca. Al mismo tiempo que me preparaba para el Tour de Francia, me encargué de reclutar a los corredores y al personal con uno de mis amigos y futuro entrenador", explica la francesa.
Hasta octubre, todo iba sobre ruedas para Cordon-Ragot. Sin embargo, empezó a tener menos noticias de la dirección del equipo y finalmente se canceló la presentación del equipo. A pesar de estas señales de alarma, su confianza aún no se había roto del todo. Hasta la primera semana de diciembre no se enteró del hundimiento del equipo.
Triste al enterarse del colapso del B&B Hotels-KTM después de invertir una cantidad significativa de tiempo, energía y emoción en el proyecto. "Estoy muy decepcionada y muy triste. Pone en tela de juicio la confianza que puedo dar a la gente. Me vuelve un poco retraído, lo que no es propio de mí. Esta historia me ha impactado enormemente", declaró la francesa.
Al final, tuvo que unirse al equipo ciclista Zaaf para continuar su carrera. Sin embargo, desea que las cosas hubieran sido diferentes y que podría haber conseguido más si la dirección hubiera sido más transparente con ella desde el principio. "Siento más lástima. La confianza ha desaparecido. Intentaron salvar un proyecto que ya no era tal. Al final, todos nos sentimos como rehenes", concluye Cordon-Ragot.