La temporada de carretera 2025 supuso un punto de inflexión para Red Bull – Bora – hansgrohe. Con Red Bull aterrizando como co-patrocinador un año antes, un maillot rediseñado, una imagen revitalizada y una de las plantillas más ambiciosas que el equipo ha reunido, las expectativas eran máximas. Si 2024 fue el adelanto, este fue el año de la verdadera entrada de Red Bull en el ciclismo en ruta.
Lo que siguió fue una campaña de contrastes: clásicas discretas, Grandes Vueltas ilusionantes y la irrupción de nuevos líderes que reconfiguraron la identidad a largo plazo del conjunto. Este balance repasa la temporada al detalle, analizando el rendimiento de Red Bull – Bora – hansgrohe en cada tramo clave del calendario, antes de evaluar su mercado de fichajes y emitir un veredicto general.
La llegada de Red Bull se presentó como el inicio de una nueva era para el ciclismo alemán, y así se sintió. El
mánager Ralph Denk reunió una nómina cargada de talento y experiencia.
Primoz Roglic, vigente campeón de la Vuelta a España y fichado a finales de 2023, encabezaba las ambiciones en las Grandes Vueltas.
A su alrededor, Denk armó un núcleo de GC formidable, con el ganador del Giro 2022
Jai Hindley, Aleksandr Vlasov, el escalador colombiano Daniel Martínez y la perla alemana
Florian Lipowitz. A esta columna vertebral se sumaron escaladores como Giulio Pellizzari y Finn Fisher-Black, llamados a crecer rápido hasta roles mayores.
Con un bloque de sprint que incluía a Danny van Poppel, Jordi Meeus y
Sam Welsford, Red Bull–Bora–hansgrohe arrancó 2025 con la ambición de competir en todos los terrenos.
Los resultados globales fueron respetables. El equipo sumó 23 victorias, solo una menos que en 2024, muchas de ellas en WorldTour. Roglic conquistó la general de la Volta a Catalunya con dos etapas, Sam Welsford abrió el año con múltiples triunfos en el Tour Down Under, y Jordi Meeus se impuso en el nuevo Copenhagen WorldTour Sprint.
El equipo acabó sexto en el ranking UCI WorldTour, aún en la élite, pero con un ligero retroceso respecto al quinto puesto del año anterior. Los que más puntuaron fueron Lipowitz, que irrumpió en el top quince mundial, y Roglic, sólido como anotador pese a que las lesiones marcaron parte de su curso. El balance dibuja un año fuerte, aunque sin alcanzar del todo la escala de sus ambiciones.
Temporada de primavera
La campaña de clásicas primaverales fue el capítulo más decepcionante. Pese a reforzar con fuerza el bloque de un día,
Red Bull sufrió para dejar huella tanto en el adoquín como en las Ardenas. Milano-Sanremo marcó el tono, con el equipo incapaz de incidir cuando tocaba. Su mejor hombre acabó lejos, muy apartado del trío de cabeza.
En el pavé, el equipo dejó destellos, pero poco más. En el Tour of Flanders, Pithie firmó una actuación meritoria para terminar a las puertas del top diez. Su undécimo puesto, en su debut en el Ronde, fue una rara nota positiva en unas clásicas discretas. En París–Roubaix, el decimoctavo de Mick van Dijke fue el techo del equipo, con una brecha evidente respecto a la cabeza. Otras citas de peso, como E3 Harelbeke y Gent–Wevelgem, se resolvieron sin presencia de Red Bull–Bora–Hansgrohe en los grupos decisivos.
Oier Lazkano fue uno de los múltiples fichajes llamados a rendir en primavera. No lo logró y después fue suspendido. @Sirotti
La mala fortuna agravó todo. Maxim Van Gils sufrió una primavera muy dura. Arrastró una enfermedad invernal hasta marzo, las alergias le cortaron la preparación y una caída en Amstel Gold le dejó fuera de las Ardenas. Bora había apostado fuerte por Van Gils como futuro líder de clásicas, pero, sin culpa propia, no pudo estar cuando tocaba. Con otros refuerzos como Lazkano y Moscon fuera de punto, el equipo completó toda la primavera sin un solo podio en las grandes carreras de un día.
Las Ardenas trajeron una leve mejora, insuficiente para rescatar la primavera. Daniel Martínez cuajó una gran Lieja–Bastoña–Lieja, séptimo en el que sería el único top diez en un Monumento para Red Bull–Bora–Hansgrohe en 2025. Atacó con valentía en la Côte de la Roche-aux-Faucons y peleó el final, pero sin opciones reales de podio.
La Flèche Wallonne y Amstel Gold no aportaron resultados de peso, y la campaña de un día se cerró sin una victoria de referencia. Dada la inversión en el bloque de clásicas, la primavera quedó por debajo de lo esperado, y el equipo admitió que buena parte del plan no se materializó.
Grandes Vueltas
Las Grandes Vueltas, sin embargo, contaron otra historia. Ahí fue donde Red Bull – Bora – hansgrohe brilló.
El Giro comenzó con Roglic como firme favorito a vestir de rosa, pero Italia volvió a ser esquiva. Varias caídas minaron su forma y, en una traicionera etapa 16 bajo la lluvia, Roglic abandonó cuando rodaba a las puertas del top diez, magullado. Un golpe duro para el equipo.
Sin embargo, lo que llegó después fue uno de los capítulos más estimulantes del año. Giulio Pellizzari, neoprofesional de 21 años en su primera Gran Vuelta, ocupó el vacío de liderazgo y se lució. Escaló con aplomo y valentía en la última semana de montaña y terminó sexto en la general en Roma.
Nico Denz rescató una victoria en la Etapa 18 con un ataque tardío, perfectamente calculado, que dio a Bora algo tangible que celebrar. Aunque la salida de Roglic dolió, la irrupción de Pellizzari convirtió el Giro en uno de los mayores éxitos a largo plazo del equipo.
Florian Lipowitz fue una auténtica revelación en 2025 y su podio en el Tour de France fue la guinda del pastel. @Sirotti
El Tour de France brindó el gran titular de toda la temporada de Red Bull – Bora – hansgrohe. Roglic regresó tras su caída en el Giro, pero no pudo seguir el ritmo de Pogacar y Vingegaard en la montaña. En su lugar, emergió Florian Lipowitz como la gran revelación.
En su debut en el Tour, Lipowitz escaló con los mejores con regularidad, mostrando inteligencia y una madurez impropia de su edad. En la semana final se jugó con Oscar Onley el último peldaño del podio, después de que Remco Evenepoel abandonara la semana anterior. Lipowitz se negó a ceder.
En París, subió al podio en tercera posición, solo por detrás de los dos gigantes generacionales del ciclismo moderno. Fue el primer podio en el Tour para un alemán desde 2006. Lipowitz se llevó además el maillot blanco como mejor joven. Mientras tanto, Roglic resistió hasta el final y concluyó octavo en la general, colocando a dos corredores del equipo dentro del top diez. El esloveno incluso tuvo margen para asaltar fugas en la tercera semana. Para una escuadra que llevaba años persiguiendo un gran golpe en el Tour, este resultado supuso un momento definitorio, quizá no de la mano del corredor que esperaban.
La Vuelta a España completó la historia de las Grandes Vueltas con otra actuación sólida. Jai Hindley lideró al equipo tras caerse en el Giro y después de apoyar a Lipowitz en el Tour. El australiano corrió con regularidad, se mantuvo en la pelea por el podio hasta los últimos días y terminó finalmente cuarto, a un paso de Tom Pidcock, 3º.
Pellizzari confirmó su estatus como uno de los jóvenes escaladores más brillantes del pelotón al ganar una etapa de montaña y finalizar sexto en la general, calcando su resultado del Giro. Que un ciclista de veintiún años termine dos Grandes Vueltas entre los seis primeros es extraordinario. Entre el casi podio de Hindley y el ascenso sostenido de Pellizzari, la Vuelta coronó una campaña de Grandes Vueltas que reestableció a Bora como uno de los bloques más fuertes de la clasificación general del mundo, incluso sin la mejor versión de Roglic.
Mercado Ciclista
Llega la sección que todos estaban esperando.
Al acercarse la pretemporada, Red Bull – Bora – hansgrohe sacudió el mercado con un movimiento que cambió al instante su trayectoria a largo plazo: el fichaje de Remco Evenepoel. El belga llega como triple campeón del mundo de contrarreloj, ganador de una Gran Vuelta, doble campeón olímpico y uno de los talentos más naturales del ciclismo moderno.
Su salida de Soudal – Quick-Step fue acompañada por su lugarteniente de confianza Mattia Cattaneo, el todoterreno de clásicas Gianni Vermeersch, el lanzador Jarrad Drizners y varios miembros clave del staff de rendimiento personal de Evenepoel.
En el capítulo de bajas figuran Roger Adrià y, de forma destacada, Oier Lazkano, cuyo contrato fue rescindido tras una violación del pasaporte biológico. El núcleo de jefes de fila para generales, Roglic, Hindley, Vlasov, Lipowitz y Pellizzari, se mantiene intacto y ahora se une a uno de los ciclistas más electrizantes del mundo. Pero ¿podrá Evenepoel imponerse como el mejor del grupo o habrá fuegos internos en 2026?
Veredicto final: 7/10
La pregunta ya no es si Red Bull – Bora – hansgrohe puede pelear una Gran Vuelta. Es cómo distribuirá el liderazgo entre Roglic, Evenepoel, Hindley, Lipowitz y Pellizzari, un problema envidiable para cualquier equipo.
El veredicto final sobre la temporada 2025 de Red Bull–Bora–Hansgrohe se sitúa en un 7 sobre 10. El equipo logró varios éxitos de peso: un podio en el Tour de France, dos corredores en el top diez del Tour, la irrupción de Pellizzari en Grandes Vueltas, una etapa en el Giro y otra en la Vuelta, y veintitrés victorias en total.
Sin embargo, la ausencia de una Monumento o de un verdadero salto en las clásicas, junto al golpe del Giro para Roglic y la sensación de que el rendimiento no estuvo a la altura de un presupuesto inmenso, mantiene la nota en 7. Si 2025 fue el año en que la influencia de Red Bull empezó a dar forma al proyecto, 2026 será el año en que las expectativas se disparen de verdad. El traspaso menos sorprendente del siglo XXI por fin se consumó, pero ¿encontrarán Evenepoel y Red Bull – BORA – Hansgrohe la fórmula para desafiar a Pogacar y UAE?.
Debate
Fin Major (CyclingUpToDate)
Me queda la sensación de que fue bueno sin llegar a ser excelente para BORA. El podio del Tour fue enorme, y ver a Lipowitz y Pellizzari irrumpir fue magnífico. Pero con el dinero, la plantilla y el impulso de Red Bull, esperaba más pegada en las clásicas y un Giro más limpio para Roglic. Aun así, las bases están claras. Y con la llegada de Evenepoel, este equipo de repente impone respeto. Estoy deseando ver de qué es capaz el belga, aunque creo que tendrá competencia interna dura.
Rúben Silva (CyclingUpToDate)
De verdad, una temporada de dos mitades. De mayo en adelante, nota muy alta. Hasta abril, muy, muy modesta. Fue, seamos sinceros, una buena campaña del equipo, así que es justo señalar primero lo que no salió bien. Con un nuevo presupuesto, el equipo fichó para 2025 nada más que líderes y talentos increíbles, muchos de ellos para rendir en las clásicas. Jan Tratnik, Maxim van Gils, Laurence Pithie, Finn Fisher-Black, Oier Lazkano, Mick y Tim van Dijke. En plenitud, estos hombres habrían podido firmar top 10 en todos los Monumentos de primavera y mucho más, pero estuvieron todos, en cierta medida, ausentes.
Al margen de algún resultado menor, Lazkano —ya sabemos cómo acabó— no tenía piernas, van Gils estuvo enfermo, Fisher-Black afinó los picos de forma a destiempo; y ni Tratnik ni los van Dijke cumplieron con el potencial que traían de Visma pese a gozar de más libertad y cuota de liderazgo. No es precisamente alentador. Tomemos el punto 2, Dani Martínez, segundo tras Tadej Pogacar en el Giro 2024: fue 7º en Lieja, como se señaló, pero ese fue el único día de 2025 en el que realmente apareció en carrera, algo difícil de entender. O Sam Welsford, rey de los sprints del Down Under y símbolo australiano, pero apenas velocista el resto del año. Su último Top 10 en una etapa fue en mayo, algo incomprensible para un sprinter capaz de ganar medio WorldTour en la misma temporada.
Pasemos a lo positivo. Primoz Roglic sigue teniendo la chispa: ganó en Catalunya y, aunque no veía su victoria en el Giro, el podio era perfectamente plausible. La mala suerte se cebó con él y no terminó la carrera, pero Giulio Pellizzari ocupó el hueco a la perfección, se mostró al mundo y se confirmó no solo como especialista actual de Grandes Vueltas, sino como posible ganador, con un contrato a largo plazo ya firmado.
Roglic ofreció su mejor versión en el Tour y encontró el encaje ideal para esta etapa de su carrera, liberándose de presión con acierto y completando un Tour sin caídas serias, rodando en el Top 5… hasta que decidió lanzarse a ataques suicidas en la última semana. Ataques que, eso sí, todos pudimos disfrutar, y poco importa si acabó 5º u 8º. En Peyragudes fue tercero tras Pogacar y Vingegaard. Aún la tiene, y creo que seguirá ganando en 2026.
Florian Lipowitz prometió en 2024 y cumplió en 2025. ¿Se podía pedir más? Ya es claramente un vueltómano de Top 5, y ser tercero en Dauphiné y Tour de France, solo por detrás de Pogacar y Vingegaard, es sello de líder auténtico, corredor completo, escalador brillante… Además, es alemán, joven y producto del scouting del equipo. Es exactamente el tipo de líder que necesitan, y Red Bull ha tocado oro con él, con otro contrato largo ya firmado.
En la Vuelta recuperamos al mejor Jai Hindley, pese a las lesiones que le apartaron del Giro. Fue cuarto, con Pellizzari como respaldo en 6ª posición y una etapa, trabajando ambos en beneficio mutuo. Funcionó y es una señal ilusionante de lo que viene.
El equipo tiene MUCHO músculo financiero: compró el contrato de Evenepoel y le puso el segundo salario más alto del pelotón, prueba de cuánto está invirtiendo Red Bull. ¿Lo NECESITABAN? No. Pero ahora lo tienen, y suman más capacidad para ganar Grandes Vueltas, monumentos, mundiales y todo lo demás. Creo de verdad que Evenepoel puede evolucionar en BORA, y contar con un bloque de escaladores potentísimo a su servicio puede cambiar el guion de forma significativa. No solo escaladores: la escuadra alemana reúne un núcleo sólido de gregarios experimentados para todos los terrenos, y pueden convertir la apuesta Evenepoel en un éxito.