El 21 de septiembre de 2025 tiene un doble significado para
Tadej Pogacar. El esloveno celebra hoy su 27º cumpleaños, al tiempo que se prepara para disputar la contrarreloj del
Mundial de Kigali en Ruanda.
Se trata de un maillot que hasta ahora le ha sido esquivo, lo cual es raro teniendo en cuenta lo mucho que ha ganado en su carrera hasta la fecha. El día es un recordatorio tanto de su notable carrera hasta la fecha como de los pocos premios que aún tiene a su alcance. Pero, ¿podrá dar hoy otro paso hacia la culminación del ciclismo?
Pogacar ha construido uno de los palmarés más completos del ciclismo moderno. Con el UAE Team Emirates - XRG, ya ha conseguido cuatro victorias en el Tour de Francia, acumulando 21 victorias de etapa, cuatro maillots blancos y tres clasificaciones de montaña. En 2024 amplió su éxito en las grandes vueltas al Giro de Italia, donde añadió la clasificación de la montaña y seis victorias de etapa a la maglia rosa.
Su primera irrupción en las grandes vueltas se produjo en 2019, cuando alcanzó el podio en la Vuelta a España, haciéndose con el maillot blanco y tres etapas. Esos resultados, junto con otras innumerables victorias, subrayan que es sin duda el mejor corredor de CG de su generación.
Pero lo que hace a Pogacar tan especial es que no es sólo un corredor de GC. No, también puede correr en la cima de las clásicas.
Ha ganado dos veces la Vuelta a Flandes, tres veces la Lieja-Bastogne-Lieja y cuatro veces Il Lombardía, y tres veces la Strade Bianche, una carrera que se adapta a su estilo agresivo y ofensivo. Si a esto añadimos que es el vigente campeón del mundo de ciclismo en ruta, con todas las posibilidades de revalidar el título en Ruanda la semana que viene, queda claro por qué ocupa el primer puesto de la clasificación de la UCI desde 2021.
La lista de premios no reclamados de Pogacar serán las carreras clave a las que se dirigirá en los próximos años. El título general de la Vuelta a España sigue escapándosele, aunque muchos creen que sólo es cuestión de que se decida a competir en la carrera antes de añadirlo a su colección. La Milán-Sanremo le ha visto acercarse en varias ocasiones, incluido el podio, y el esloveno ha dicho que es la carrera que más desea ganar.
París-Roubaix, el "Infierno del Norte", es otra de sus grandes ausencias, aunque su debut este año estuvo a punto de acabar en victoria, ya que terminó segundo tras sufrir una caída en los últimos kilómetros. Y luego está la contrarreloj del Campeonato del Mundo, la misma carrera a la que se enfrenta hoy en Kigali, donde debe superar a Remco Evenepoel, el bicampeón defensor, si quiere vestir las franjas arco iris en ambas disciplinas.
Tadej Pogacar, estrella del ciclismo mundial.
Tadej Pogacar, a otro nivel
La carrera de Pogacar también ha estado marcada por dos rivalidades legendarias y muy diferentes. En las grandes vueltas, sus continuas batallas con Jonas Vingegaard han sido tan buenas como cualquier rivalidad en la general, produciendo duelos que ya han pasado a formar parte de la historia moderna del ciclismo. En las clásicas, Mathieu vander Poel ha sido a menudo el obstáculo que se interponía entre él y la victoria. Sus enfrentamientos directos, ya sea en los adoquines de Flandes, en el velódromo de Roubaix o en la recta de meta de Sanremo, han encumbrado a ambos corredores y han establecido nuevos estándares de lo que los mejores deben conseguir para ganar.
A sus 27 años, Pogacar ya tiene más títulos que la inmensa mayoría de los pilotos en toda su carrera. Sin embargo, sus objetivos pendientes le ofrecen una nueva motivación. La Vuelta parece inevitable una vez que se centre plenamente en ella. La Milán-San Remo requiere paciencia y una mezcla perfecta de colocación y suerte, mientras que la París-Roubaix, aunque brutal, ya parece a su alcance después de haber estado a punto de fallar. El maillot arco iris de la contrarreloj, sin embargo, sería el regalo perfecto para su cumpleaños, consolidando su lugar no sólo como el mejor escalador y clasicómano del mundo, sino también como el contrarrelojista más completo.