ANÁLISIS | Mathieu van der Poel: redefinir la grandeza más allá del Tour de Francia

Ciclismo
lunes, 06 enero 2025 en 15:00
mathieuvanderpoel

Mathieu van der Poel es uno de los ciclistas más célebres de su generación. Con 50 victorias en su carrera, seis en el Monumento y un título mundial en ruta, el holandés se ha consolidado como uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos.

Sin embargo, su relación con el Tour de Francia, la carrera más emblemática del ciclismo, sigue siendo tensa. En una sincera reflexión durante una entrevista con Sporza, van der Poel admitió: "Es una carrera que realmente no me gusta.Aparte de intentar ganar etapas y vestir el maillot amarillo, no hay mucho que ganar para mí en el Tour".

Esta afirmación subraya el marco único a través del cual Vander Poel ve su carrera. Para un corredor que se nutre del dramatismo y la imprevisibilidad de las clásicas de un día, la estructura del Tour, centrada en la clasificación general (CG) y las etapas al sprint, ofrece un atractivo limitado. "Prefiero correr cinco carreras en las que compito para ganar que 20 etapas en las que no compito por la victoria la mitad del tiempo", añade, un sentimiento que desafía las nociones tradicionales de la gloria del ciclismo.

ARTÍCULO ORIGINAL DE FIN MAYOR

Especialistas en Tour y Clásicos

El Tour de Francia es una etapa para los mejores corredores del mundo, y no hay duda de que van der Poel pertenece a esta categoría. Sin embargo, la evolución del Tour a lo largo de los años ha favorecido cada vez más a los aspirantes a la CG y a los velocistas, dejando poco espacio para que los especialistas en clásicas como van der Poel puedan brillar. En el formato actual, las etapas se dividen a menudo en dos extremos: terreno llano para los velocistas o duras etapas de montaña para los corredores de la general. Las etapas intermedias que podrían convenir a un corredor del calibre de van der Poel son cada vez más escasas, aunque la primera semana del Tour de este año podría dar más oportunidades a Vander Poel.

Esta tendencia no pasa desapercibida para van der Poel ni para su padre, Adrievan der Poel. Adrie, ex ciclista profesional, comentó en una entrevista durante el Tour 2024: "¿Qué se puede hacer con este tipo de corredor en el Tour? Apenas hay etapas para verdaderos especialistas en clásicas". La falta de oportunidades para corredores como Mathieu plantea una cuestión importante: ¿debería el Tour de Francia reconsiderar su diseño de etapas para atender mejor a una gama más amplia de talentos? Al fin y al cabo, el Tour trata tanto de mostrar la diversidad del ciclismo como de coronar a un campeón de la general.

Para van der Poel, la emoción de las carreras reside en la intensidad e imprevisibilidad de las clásicas y otras pruebas de un día. Estas carreras, como la París-Roubaix y el Tour de Flandes, están hechas a la medida de corredores con sus aptitudes. Exigen potencia explosiva, dominio técnico y voluntad de asumir riesgos, todas ellas características del estilo de pilotaje de van der Poel. Por el contrario, el Tour, centrado en la resistencia durante tres semanas, junto con su énfasis en la dinámica de equipo y la estrategia, a menudo deja poco espacio para que brillen corredores como él.

Lo más destacado del Tour de Van der Poel

A pesar de sus sentimientos encontrados, las apariciones de van der Poel en el Tour de Francia no han estado exentas de momentos brillantes. En el Tour de 2021, ofreció una actuación inolvidable al ganar la segunda etapa y hacerse con el maillot amarillo. La victoria no fue sólo una muestra de su potencia explosiva y su talento en bruto, sino también un emotivo homenaje a su difunto abuelo, Raymond Poulidor, una leyenda del Tour que nunca vistió de amarillo. Van der Poel mantuvo el maillotjaune durante seis días, entusiasmando a los aficionados con su agresivo pilotaje y reafirmando su condición de talento único en una generación.

Esta memorable etapa de amarillo puso de relieve lo que van der Poel puede aportar al Tour cuando las condiciones se adaptan a él. También puso de relieve el potencial para crear más etapas que se adapten a corredores con sus habilidades, aunque estas oportunidades han sido escasas en las siguientes ediciones de la carrera.

Mathieu van der Poel ha corrido en apoyo de Jasper Philipsen en las últimas ediciones del Tour de Francia
Mathieu van der Poel ha corrido en apoyo de Jasper Philipsen en las últimas ediciones del Tour de Francia

Desde entonces, el papel de van der Poel en el Tour ha cambiado. En 2023, corrió en calidad de apoyo, guiando a su compañero del Alpecin-Deceuninck Jasper Philipsen hacia múltiples victorias de etapa y el maillot verde. Aunque sus esfuerzos fueron decisivos para el éxito del equipo, van der Poel expresó su deseo de hacer algo más que actuar como "repartidor" En declaraciones a TheIndependent antes del Tour de 2024, dijo: "Quiero hacer algo por mí mismo también en el Tour. Ése es mi mayor objetivo".

Este sentimiento refleja una frustración más amplia compartida por muchos especialistas en clásicas que se sienten marginados por el formato actual del Tour. Para corredores como van der Poel, la carrera ofrece oportunidades limitadas para mostrar toda su gama de habilidades, lo que hace difícil equilibrar las ambiciones personales con los compromisos del equipo.

Van der Poel vs Van Aert

La rivalidad entre Mathieu van der Poel y Wout van Aertis es una de las historias más apasionantes del ciclismo moderno, tanto dentro como fuera de la carretera. Ambos corredores son versátiles y pueden destacar en todas las disciplinas, pero sus trayectorias en la carretera han puesto de relieve sus puntos fuertes. Van der Poel ha dominado las clásicas, con victorias en París-Roubaix, el Tour de Flandes y la Milán-San Remo. Por el contrario, van Aerthas ha dejado su huella en las Grandes Vueltas, acumulando múltiples victorias de etapa y apoyando las ambiciones de Jonas Vingegaard en la general con el equipo Visma | Lease a Bike. Mientras que Van der Poel sólo ha ganado una etapa en el Tour, Van Aert sólo ha ganado un monumento en su carrera hasta la fecha.

Lo que distingue a van Aert en el Tour es su capacidad para compaginar las tareas de equipo con el éxito personal. A pesar de su papel de domestique clave para Vingegaard, van Aert ha encontrado constantemente oportunidades para cazar victorias de etapa. Este doble enfoque le ha valido el éxito en Francia y ha suscitado dudas sobre si van der Poel podría adoptar una estrategia similar mientras apoya a Philipsen en los sprints. ¿Podría van der Poel aprender de la habilidad de van Aert para maximizar sus oportunidades en el Tour sin comprometer los objetivos del equipo?

A pesar de su increíble talento, van Aert a menudo se ha quedado corto en las carreras de un día más importantes del ciclismo, un serio contraste con las seis victorias de van der Poel en el Monumento.La diferencia clave radica en su enfoque: la concentración de van der Poel en objetivos específicos le ha permitido alcanzar su punto máximo en los momentos adecuados, mientras que los compromisos más amplios de van Aert podrían diluir su eficacia en las clásicas.

Sus enfoques opuestos también ponen de relieve los retos más generales a los que se enfrentan los corredores multidisciplinares en el ciclismo moderno. Equilibrar las ambiciones personales con las obligaciones del equipo es un arte delicado, y tanto van der Poel como van Aert ofrecen valiosas lecciones sobre cómo navegar en esta dinámica. Para van der Poel, la clave puede estar en encontrar la manera de dar prioridad a sus puntos fuertes sin sacrificar su contribución al equipo.

¿Es necesario cambiar el Tour?

Los sinceros comentarios de Van der Poel sobre el Tour ponen de relieve una cuestión más importante en el ciclismo profesional. Aunque el Tour de Francia siempre dará prioridad a las batallas por la clasificación general y a las llegadas al sprint, hay razones de peso para diseñar etapas que se adapten mejor a los especialistas en clásicas. Estos corredores aportan un elemento diferente al deporte, emocionando a los aficionados con su estilo de ataque y su capacidad para afrontar las carreras de maneras diferentes en comparación con los habituales finales estereotipados de cualquier etapa de montaña o sprint. Incorporar más etapas que se adapten a sus puntos fuertes no sólo haría que la carrera fuera más diversa, sino que también garantizaría que el Tour siguiera siendo un verdadero escaparate de los corredores con más talento del ciclismo.

Mientras van der Poel sigue forjando su legado único, su relación con el Tour seguirá siendo una subtrama fascinante en su carrera. Evolucione o no la carrera para dar cabida a corredores como él, una cosa es cierta: El legado de Mathieu van der Poel como uno de los mejores está asegurado independientemente de si nunca gana una segunda etapa del Tour de Francia.

Mientras que muchos corredores utilizan las clásicas de primavera como calentamiento para sus campañas de verano, van der Poel ha demostrado sistemáticamente que es en primavera donde realmente destaca. Sus victorias en carreras como el Tour de Flandes y la París-Roubaix se han convertido en momentos decisivos de su carrera, ya que se desenvuelve a las mil maravillas en las brutales condiciones de marzo y abril. Estas actuaciones también han reforzado su preferencia por las carreras de un día en lugar de las carreras por etapas, donde su potencia explosiva y sus habilidades de manejo se utilizan mejor.

Para van der Poel, las clásicas representan la cumbre del ciclismo. La naturaleza impredecible de estas carreras, combinada con su rica historia y sus exigentes recorridos, las convierten en la prueba definitiva de la habilidad y la capacidad máxima de un corredor en un solo día. Por el contrario, el énfasis que pone el Tour en la resistencia y la regularidad durante tres semanas a menudo se contradice con sus puntos fuertes, lo que le lleva a cuestionarse su papel en la carrera.

Los comentarios de Van der Poel sobre el Tour también plantean importantes cuestiones sobre el futuro del ciclismo. A medida que el deporte sigue evolucionando, crece la necesidad de garantizar que sus mayores eventos sigan siendo inclusivos y representativos de todas las disciplinas. Al adoptar una gama más diversa de escenificaciones, el Tour de Francia no sólo puede atraer a un público más amplio, sino también proporcionar una plataforma para que ciclistas como van der Poel brillen.

En última instancia, la capacidad de adaptación del Tour determinará la presencia de los corredores de clásicas en los próximos años. Al reconocer el valor de los especialistas en clásicas y crear oportunidades para que prosperen, la carrera puede reafirmar su estatus de máxima celebración del ciclismo. Para van derPoel, esto podría significar un renovado sentido del Tour y la oportunidad de ampliar su ya ilustre legado, ya que no es un simple líder.

aplausos 0visitantes 0

Solo En

Novedades Populares