Llega el alivio para
Amaury Capiot. Tras una temporada en la que sólo disputó 18 carreras en los tres últimos meses de competición debido a molestos problemas en las rodillas, al belga le ofrecieron seguir dos años más en el Arkéa-Samsic.
El culpable de la temporada para olvidar fue el síndrome de fricción ITB. "No es la primera vez", explica Capiot a WielerFlits. "Para el inicio de mis dolencias, hay que remontarse al año 2017. Fue entonces cuando surgió por primera vez un dolor punzante en la parte exterior de mi rodilla derecha. Para aliviar el dolor, me extirparon quirúrgicamente un trozo de tendón. Por prevención, me hicieron inmediatamente la misma operación en la otra rodilla."
El elefante en la habitación es: ¿volverá a sufrir Capiot el mismo problema dentro de cinco años? "Eso es algo que nadie puede predecir. Si pensamos dentro de cinco años, tendré 35 años. Entonces estaré en una etapa diferente de mi carrera, y entonces la pregunta es si querría volver a pasar por el quirófano. Pero de momento todo va bien y suponemos que la carga no volverá a corto plazo".
"Sigo teniendo algunos problemas, pero no hasta el punto de que me impidan competir al 100%. Es sobre todo cuando pienso mucho en ello durante los entrenamientos, o durante la carrera cuando las cosas no van todavía rápido. Entonces estás constantemente pensando en ello, pero eso desaparecerá con el tiempo. Cuanto más tiempo pasan esas operaciones, mejor van las cosas cada día. Incluso lo comprobé en Guangxi, donde me sentí mucho mejor que durante mis primeros kilómetros en Poitou-Charentes", concluye Capiot.