En la Vuelta a España se abrió un precedente y las protestas se volvieron eficaces para bloquear las carreras y acarrear consecuencias al equipo
Israel - Premier Tech directamente, pero con un alto coste para los organizadores y los aficionados.
Adam Hansen, presidente de la CPA, ha argumentado que hay una solución más allá de la retirada del patrocinador y la nacionalidad del equipo.
"Si hubiéramos cancelado La Vuelta el viernes y no se hubieran rodado los tres últimos días, los manifestantes no habrían tenido su plataforma", compartió el ex corredor profesional en palabras a la BBC. "Al intentarlo todos los días, demostramos que había una plataforma. La cancelación les habría demostrado que no tiene sentido venir a las carreras ciclistas porque apagamos la televisión".
Hansen cree que sin la retransmisión televisiva que muestra las carreras a cientos de miles, o incluso millones de personas dependiendo del evento, simplemente habría mucha menos o ninguna motivación para celebrar las protestas. No tendrían una plataforma, no saldrían por televisión y habría menos posibilidades de que se produjeran incidentes salvajes como ocurrió en la Vuelta.
"Sí, es un gran negocio para Unipublic (que organiza La Vuelta, ed.) hacer algo así. Pero tenemos que hacer un pequeño sacrificio hoy por el futuro a largo plazo del ciclismo. A los manifestantes hay que quitarles la plataforma; si no tienen plataforma, no irán a una carrera".
Las protestas fueron la imagen de la Vuelta a España 2025. @Sirotti
La televisión es el aspecto crucial
Con el Giro dell'Emilia y otras clásicas italianas en el horizonte, volvieron a surgir amenazas de bloqueo de carreras y protestas contra el equipo israelí. Sin embargo, al no tratarse de pruebas World Tour, había más posibilidades de que el equipo fuera eliminado de la lista de salida.
Sin embargo, no es el caso de Il Lombardia, donde podría ocurrir lo mismo. Aunque es una decisión atrevida, el argumento de Hansen podría ser el de recortar potencialmente la retransmisión televisiva de la carrera si se sabe que habrá protestas, o de alguna forma, no permitirles disponer del tiempo de televisión.
"Lo vimos en Madrid, los manifestantes tuvieron dos horas de televisión en directo, que se convirtieron sólo en protestas y no en la carrera. No estoy en contra de protestar, pero poner a los ciclistas en peligro es lo último que queremos".