Mathieu van der Poel la lio anoche. Primero, todo sea dicho, se la liaron a él. Es inconcebible que en un hotel donde está concentrada la selección de Países Bajos de cara a un Mundial puedan colarse unos gamberros a molestar a unos profesionales que intentan descansar.
Luego, entendiendo el enfado de van der Poel, si es cierto que acabó agrediendo a los que le estaban molestando, se equivocó. Se habla de que uno de los denunciantes habría sufrido lesiones en el brazo en el altercado. Fue denunciado, le quitaron el pasaporte, pasó la noche detenido y no pudo volver al hotel hasta las cuatro de la mañana.
Evidentemente, con toda la tensión acumulada y casi sin dormir, decidió retirarse en el kilómetro 35 del Mundial. Una pena. Nos quedamos sin uno de los favoritos durante toda la prueba y él pierde otra oportunidad de conseguir el arcoíris.
¿Y ahora, qué?
Pues que se la acabado la temporada a van der Poel. Está sin pasaporte en estos momentos en Australia y, según han anunciado desde su equipo el Alpecin-Deceuninck, no podrá salir del país en seis semanas, hasta que su caso sea resuelto por la justicia australiana. Tremendo.