Zdenek Stybar regresó al ciclocross la semana pasada en el Grand Pix Dohnany, donde consiguió una victoria cerca de casa, en Eslovaquia. Había puesto su atención a la carrera de la Copa del Mundo de Tabor, por ser la prueba de ciclocross más prestigiosa de su país, y acabó satisfecho con su actuación.
"La afición checa ha estado maravillosa", dijo el checo en una entrevista posterior a la carrera. "Ha sido como si hubiera ganado la Copa del Mundo. Para obtener un mejor resultado, sigo echando de menos la técnica. Afortunadamente, en cada cruce voy a ir mejorando". Después de terminar en el puesto 16 en el modesto Kermiscross Ardooie, no había muchas expectativas puestas en el corredor del Quick-Step Alpha Vinyl Team.
Stybar comenzó la carrera en las últimas filas del grupo de 35 ciclistas y se encontró dentro del Top25 durante la primera vuelta. Los corredores se mantuvieron muy compactos en la primera mitad de la rápida carrera de Tabor, y se abrió paso entre el grupo poco a poco. Stybar acabó logrando un 17º puesto en la línea de meta, entre profesionales del CX bien curtidos como Felipe Orts y Thomas Mein, un resultado que le hizo cruzar la línea de meta muy feliz y celebrándolo.
Es probable que ahora se tome un descanso, pero intentará volver este año para competir un poco más, ya que el ex campeón del mundo busca recuperar algo de la agudeza que ha tenido en años anteriores. "Durante el periodo navideño quiero volver a correr algunos cruces. Todo para preparar la nueva temporada de carretera", concluyó.
