Mathieu van der Poel y
Wout van Aert son los claros favoritos para ganar este próximo domingo el oro en el Mundial de Ciclocross.
Daan Soete, corredor de ciclocross y compatriota de van Aert, habla de sus relaciones a lo largo de los años.
"Por frustración, Wout pateó una vez un radio de sus ruedas cuando tenía 12 años. Fue tras una derrota en una carrera en carretera... Wout no era un buen perdedor de niño. Pero eso es típico de los grandes campeones", declaró Soete a Sporza. Estará presente en los Campeonatos del Mundo, aunque los ojos belgas estarán puestos sobre todo en Wout van Aert.
"Todo el mundo admiraba a Mathieu por aquel entonces. Tiene una bicicleta muy bonita", nos decíamos. Mathieu montaba entonces con el mejor material: ruedas de carbono de su padre y cámaras Dugast. Además, Mathieu ganó todas las carreras en las que tomó la salida. Exactamente un hijo de los dioses", describe.
Van der Poel y Van Aert han sido rivales desde las categorías inferiores, una rivalidad que se ha trasladado a los juniors, a los sub-23 y, finalmente, a los Elite. El holandés ha sido cuatro veces Campeón del Mundo, Van Aert tres. Este año es probable que la distancia se acorte o se amplíe, ya que ambos han demostrado un nivel superior al de los corredores que correrán junto a ellos.
Esta temporada ha vuelto a haber equilibrio, con van Aert batiendo a van der Poel varias veces durante el periodo navideño en pistas más pesadas, y con las preocupaciones por la espalda preocupando al campamento Alpecin-Deceuninck. Sin embargo, parece haber salido adelante, y ha vuelto de forma convincente para vencer a van Aert en Benidorm, y llevarse una cómoda victoria este fin de semana en Besançon - mientras que van Aert hizo lo propio en Hamme.
"Perder contra Mathieu frustró a Wout. Pero sacó motivación de esas frustraciones. Wout quería volver a ganar a Mathieu la semana siguiente y a menudo lo consiguió. Ser testarudo y no rendirse nunca: ése es el mayor talento de Wout. Si han sido competidores durante tanto tiempo, nunca serán mejores amigos. Pero siempre se cruzan con mucho respeto mutuo", opina Soete.
Yorben van Tichelt, amigo de la infancia de van der Poel, se suma a la historia construida a lo largo de los años: "Se veía que Wout era el hombre ascendente entre los juniors. Como junior de segundo año, casi siempre estaba en el podio y podía ponérselo bastante difícil a Mathieu en ciertos cruces".
"A partir de entonces, Wout y Mathieu empezaron a empujarse mutuamente a un nivel superior. Entonces también surgió la rivalidad. Se maldecían mutuamente en caso de derrota. Lógico, si uno es competidor del otro y ambos tienen mentalidad de ganadores", argumentó.
Este domingo será el punto culminante del invierno de ambos corredores, ya que los dos apuntaban a los Campeonatos del Mundo, sin ningún gran objetivo fuera de ellos.
"Después de una derrota, a veces se ponía vino en casa de un amigo. Mathieu estaba el lunes un poco menos sobrio de lo habitual. Cuando esos hombres vean lo que han significado el uno para el otro después de su carrera, se respetarán mucho", concluyó.