Felipe Nystrom habla de cómo el ciclismo le salvó de las drogas, del incidente con Van der Poel y de la falta de financiación: "Vivía en la calle por la adicción"

Ciclocross
sábado, 06 enero 2024 en 13:00
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Felipe Nystrom es uno de los corredores más singulares del pelotón de ciclocross. El corredor costarricense de 40 años tiene un pasado muy duro de la época en la que todavía no había conseguido ser profesional. Recientemente, ha vuelto a hablar de ello y nos cuenta cómo sigue compitiendo en Europa, así como del incidente de Mathieu van der Poel en Gavere.
"Empecé a montar en bicicleta porque me estaba recuperando. Vivía en la calle en Costa Rica a causa de la adicción a las drogas y el alcohol. En un momento dado decidí buscar tratamiento y luego me trasladé a Estados Unidos", cuenta Nystrom a Wielerflits. "Al principio era sólo trabajo, trabajo y trabajo. Pero necesitaba algo, algo sano. Así que empecé a montar en bici para hacer amigos. Y a través de esos amigos conocí el ciclocross. De eso hará unos cinco o seis años. Lo odiaba. Todo el mundo decía que el ciclocross era un gran deporte, pero yo lo odiaba".
Sin embargo, su pasión llegó cuando se convirtió en un corredor de éxito en Costa Rica, y se pagó su propio viaje a Europa en 2020. Tras ver las multitudes en Namur, su interés por este deporte cambió, y desde entonces se ha convertido en una figura popular en el campo. En Gavere, sin embargo, se puso brevemente en entredicho. Estaba corriendo en el trazado y se hizo un selfie con un aficionado, y al volver al recorrido se encontró en el camino con Mathieu van der Poel, que le dio un empujón.
El momento llamó mucho la atención. Sin embargo, cuenta que la razón por la que estaba en esa posición y corriendo era porque sólo tenía una bicicleta en una carrera muy embarrada, y ya no era funcional. "Cometí un error, no tenía por qué dejar de correr en mitad de la carrera. Pero creo que es bueno demostrar que no se ha mostrado toda la historia. No estoy aquí para recoger un DNF. Trabajo quince horas al día, siete días a la semana para pagar esto".
"Al principio me sentí muy mal. Afortunadamente, Van der Poel fue muy amable. Estuvo bien. Le envié una carta. Me pasé seis horas traduciéndola al neerlandés", admite el costarricense. "Se la envié a uno de los suyos y me dijeron que le había gustado mucho la carta. Luego también hablamos, después del cross. Fue muy amable. No le dio importancia". Nystrom ha seguido compitiendo, pero no está garantizado que pueda ocupar la plaza que queda libre para él en el Mundial de Tabor.
"El plan era quedarme en Bélgica hasta el Mundial. Pero debido al incidente de Gavere, ya no hay ayuda financiera", explica. "Lo entiendo y no pasa nada, pero ahora tengo que pagarlo todo yo. No tengo patrocinadores. Dependo de una campaña de GoFundMe. De momento parece que voy a tener que abandonar antes de tiempo. A no ser que algo cambie en el último momento".