Lo que ha sucedido con la convocatoria de la Selección Española de cara al Mundial de ciclismo 2022 puede ser calificado de desastroso, calamitoso, lamentable o, simplemente, triste. Que los equipos hayan prohibido a sus corredores ser seleccionados y que la Federación haya tragado (por evitar conflictos en el futuro) es bochornoso.
Lo peor, de largo, no poder ver a
Alejandro Valverde despedirse en un
Mundial. No ha conseguido coger un buen estado de forma tras las lesiones y el atropello, pero aún así acabó en la posición número 13 en la Vuelta. Una pena no poder verle por la prohibición de Movistar Team. Como comentó el seleccionador nacional
Pascual Momparler, "él estaba dispuesto a pagarse el avión para ir". Con 42 años y 7 medallas lo verá desde casa...
Sin "balas"
Así, sin la principal "Bala" de la última década, solo un milagro haría que España pudier luchar por las medallas. No hay ni gregarios de lujo ni un gran finalizador. La baza principal es
Iván García Cortina. Lo mejor que ha conseguido este año ha sido un tercer puesto en una etapa de la Vuelta a Castilla y León. No gana una carrera desde el 10 de marzo de 2020, cuando se impuso en la tercera etapa de la París Niza en La Châtre, en un momento en el que ilusionaba.
El asturiano tiene calidad, eso es innegable, pero también lo es que está a años luz de los principales favoritos. No le hemos visto nunca competir de tú a tú con
Pogacar,
van Aert, Alaphilippe o van der Poel. El año pasado, en el Mundial de Lovaina, Cortina acabó en la posición número 23, a más de seis minutos de Alaphilippe (es cierto que por entonces el líder de la selección fue un Álex Aranburu que no tuvo demasiada fortuna).
En el resto de convocados son Jon Aberasturi, Oier Lazkano, Xabier Mikel Azparren, Jonathan Lastra, David González, Jorge Arcas y Manuel Peñalver: claramente no hay nivel World Tour. Muy complicado. Experiencia para los jóvenes y soñar con un top-ten si la carrera se pone de cara. No se puede aspirar a más.