¡Vincenzo Albanese gana el segundo asalto de la Vuelta a Suiza tras un kilómetro final mágico!

Tras un inicio histórico, la Vuelta a Suiza 2025 afrontó este lunes una segunda etapa con la general totalmente revolucionada. Joao Almeida, gran favorito antes de empezar, tenía 3 minutos y medio de desventaja sobre el maillot amarillo, Romain Gregoire.

Además, otros ciclistas como Ben O'Connor o Pablo Castrillo también consiguieron mucho tiempo respecto al líder de UAE. En una etapa de media montaña con mucha libertad para los ataques, el espectáculo estaba servido, y no decepcionó.

Tras neutralizarse la fuga a 14 kilómetros de meta, el tramo final en subida al completo invitó a los ciclistas más explosivos a atacar en busca de la victoria. El primero en moverse fue Jan Christen, a 2,5 km de meta, pero el ganador fue Vincenzo Albanese tras un kilómetro final de ciclismo mágico.

Respecto a su desarrollo, la etapa 2 de la Vuelta a Suiza 2025 comenzó con una fuga formándose muy pronto. A 172 kilómetros de meta, 3 ciclistas tomaron la delantera: Silvan Dillier, Jonas Rutsch y Mauro Schmid.

Se produjeron más tarde varios ataques en el pelotón para intentar unirse al grupo escapado, al que le hubiese venido de perlas tener más ciclistas con los que ganar tiempo antes de la llegada de la media montaña que decidió la etapa. Pero no fue así.

Dillier, Rutsch y Schmid tuvieron que afrontar toda la etapa ellos 3 solos, y como consecuencia, con un pelotón que no llegó a bajar el ritmo prácticamente en ningún momento, su máxima ventaja del día fue de apenas 2 minutos y 20 segundos.

La llegada de la media montaña se produjo a 67 kilómetros del final, y con la escapada a aproximadamente un minuto y medio del pelotón. La primera subida categorizada fue la del Guggisberg, y ahí empezaron ya a pasar cosas. Silvan Dillier se quedó en la ascensión, y la fuga quedó reducida a dos corredores.

Mauro Schmid y Jonas Rutsch aceleraron para ponérselo difícil al pelotón, y coronar el puerto con una ventaja de 1 minuto y 47 segundos. Pero esto fue un espejismo, porque el grupo principal recuperó rápidamente la tendencia previa, volviendo a recortar segundos con velocidad.

Tras el muro de Heitenried, a 35 km de meta, la diferencia entre fuga y pelotón bajó del minuto, hasta los 40 segundos. La carrera estaba muy emocionante, y con los 25 km finales cuesta arriba en la media montaña, los ataques eran inevitables.

En el último muro puntuable, el de Rechthalten, la fuga quedó prácticamente neutralizada, con Mauro Schmid como último superviviente, que fue cazado a poco más de 14 km de meta. A 5 del final, el pelotón aún seguía completo, a pesar de la inclinación de la carretera, y parecía posible que se decidiese la jornada con un esprint.

Pero Jan Christen tenía sus propios planes. El ciclista suizo de UAE lanzó un ataque muy violento a 2,5 km de meta para marcharse en solitario. Esto explotó por completo la lucha. Quinn Simmons contraatacó, y este movimiento lo aprovechó Vincenzo Albanese para soltar todo el gas y llevarse la victoria después de un kilómetro final mágico.