Tom Pidcock salía con el maillot amarillo a la crono final de la
Volta ao Algarve. Sabía que para intentar quedarse con la preciada prenda al final de la etapa debía arriesgar y, a fe que lo hizo. Fueron varios los sustos que tuvo durante su recorrido.
Especialmente peligroso fue el que le llevó a salirse de la carretera, pasarse el arcen y prácticamente rodar en horizontal sobre una ladera para evitar una caída que para cualquier otro corredor con menos habilidad hubiera sido seguro. Impresionante su salvada: