Aunque puede que esté ausente en la edición de este año de la carrera,
Chris Froome ha dejado una huella indeleble en la historia del
Tour de Francia a lo largo de su carrera. Uno de sus momentos más emblemáticos disputando la Grande Boucle tuvo lugar exactamente hace siete años.
Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard se enfrentarán hoy en una batalla monumental en el Grand Colombier, en la 13ª etapa del Tour de Francia 2023, y será difícil igualar el drama que se vivió cuando Chris Froome ascendió el Mont Ventoux el 14 de julio de 2016.
Con la lucha de aquel año por el maillot amarillo en marcha, la subida estaba repleta de seguidores. Tanto es así que cuando una de las motos de cámara se vio obligada a detenerse,
Richie Porte simplemente no tenía a dónde ir, chocando contra la parte trasera de la moto, derribando al maillot amarillo de ese momento, Chris Froome, en el proceso.
Con su bicicleta arruinada, Froome tomó la decisión de no esperar a que el coche de su equipo ascendiera a la subida y se abriera paso entre la multitud. En su lugar, el líder del Team Sky optó por salir a correr, abriéndose paso entre los asombrados seguidores en uno de los momentos más icónicos de la historia moderna del Tour de Francia.
Froome recibió finalmente una bicicleta del coche neutral, aunque no era de su agrado, antes de que finalmente el coche del Team Sky llegara a la escena con un reemplazo adecuado. Froome cruzó la meta con dos minutos de desventaja sobre
Bauke Mollema, aunque después de la etapa, el jurado de carrera decidió que todos obtendrían el mismo tiempo que el holandés, lo que significaba que Froome conservaba el maillot amarillo.