Por tercer año consecutivo,
Tadej Pogacar triunfó en
Il Lombardia 2023. Aunque puede que no lo vieras en ese momento, la victoria del esloveno este año se debió en gran medida a algo tan simple como una bebida.
"Tenía un poco de pánico. Pensé que podría hacer el descenso con un hueco, pero subir con un calambre sería imposible", recuerda el líder del UAE Team Emirates a Matt Stephens en la serie de vídeos Sigma Sports Cafe Ride. "El primer vehículo de apoyo tenía una rueda pinchada y no sabía si el segundo estaba ya allí. Pedí ayuda por radio, pero pensé que no había nadie para ayudarme".
Luchar contra rivales de la talla de Primoz Roglic, Andrea Bagioli, Aleksandr Vlasov y los hermanos Yates, entre otros, es una propuesta complicada en el mejor de los casos. Sin embargo, hacerlo mientras se lucha contra los calambres sería casi imposible. Afortunadamente para Pogacar, su coche de equipo llegó y con el remedio perfecto.
"Por suerte, el segundo coche estaba allí y me dieron una bebida mixta de zumo de pepino, sal y vinagre. Eso ayuda mucho", explica. "Los electrolitos y la sal hacen efecto y yo estaba un poco mal, así que tenía mocos. Entonces pierdes más líquido y ahí te dan calambres por la deshidratación. Normalmente no tengo calambres, sólo durante los masajes de pies".