Stefan Küng llegaba a la
París-Roubaix como la principal baza del
Groupama - FDJ. El suizo no decepcionó, terminando en quinto lugar tras otros pesos pesados como Mathieu van der Poel, Jasper Philipsen, Mads Pedersen y Nils Politt. El corredor de 30 años acabó completamente agotado tras la carrera.
Se les unieron Nils Politt, Jasper Philipsen y el compañero de equipo de Küng,
Laurence Pithie, pero el joven neozelandés se cayó del grupo a falta de unos 30 km para llegar al sector de Bourghelles à Wannehain.
Esto significaba que el Groupama - FDJ ya no contaba con ventaja numérica en el grupo delantero, pero aún tenían esperanzas de que Küng pudiera conseguir un resultado. Sin embargo, se quedó descolgado en el sector adoquinado de Gruson a falta de unos 12 km, cuando Philipsen atacó para reducir el grupo.
Küng consiguió entonces limitar sus pérdidas hasta la meta, cruzando la línea a sólo 15 segundos del grupo perseguidor en quinto lugar. Pithie terminó séptimo en la jornada, ya que había sido alcanzado por Gianni Vermeersch tras su caída y fue superado por el belga en el velódromo de Roubaix, ya que claramente no le quedaba nada en el depósito.
En declaraciones a su equipo tras la carrera, Küng explicó por qué no pudo mantenerse en el grupo perseguidor: "Al final me quedé completamente vacío, ya no podía seguir. Es una pena. Ha sido un golpe duro, pero me he dicho a mí mismo que no había hecho todo eso para nada. Desde luego no es un podio, pero sigue siendo un top-5 y he dado lo mejor de mí".