"Pogacar le aplastaría en una carrera de un día": Exciclista francés no confía en Jonas Vingegaard para el Mundial o Il Lombardia

Jonas Vingegaard se ha consolidado como una presencia constante en los podios de las Grandes Vueltas, pero cuando se trata de las carreras de un día más prestigiosas del calendario ciclista, siguen existiendo dudas bastante serias acerca de su verdadero potencial. En el pódcast Bistrot Vélo de Eurosport Francia, el ex ciclista profesional Thomas Rossetto no se mordió la lengua cuando fue preguntado sobre las opciones reales de Vingegaard en pruebas como el Mundial o Il Lombardia.

“Pogacar le aplastaría en una carrera de un día. El Mundial o Il Lombardia no son la etapa 1 del Tour de Francia”, afirmó Rossetto con contundencia, poniendo en tela de juicio si el danés realmente posee las cualidades necesarias para rendir al más alto nivel en las exigentes y explosivas carreras de un solo día.

Estas declaraciones surgieron en un contexto en el que Vingegaard parte como el principal favorito para ganar la próxima edición de la Vuelta a España, donde no hay dudas respecto a sus capacidades como corredor de Grandes Vueltas. Sin embargo, la conversación del pódcast pronto se desvió hacia un terreno más hipotético: ¿sería Vingegaard capaz de plantar cara a Tadej Pogacar y Remco Evenepoel en los Monumentos ciclistas o en los Campeonatos del Mundo?

El presentador del programa verbalizó una inquietud cada vez más compartida entre los aficionados del ciclismo profesional: ver a Vingegaard competir y medirse fuera del marco de las carreras por etapas. “Quiero ver ese enfrentamiento, pero no en una vuelta de una semana ni en una grande. Quiero verlo en carreras de un día”, explicó. “En recorridos duros, con subidas exigentes, Vingegaard es el rival más cercano que tiene Pogacar. Quiero ver ese duelo auténtico”.

No obstante, Rossetto mantuvo su escepticismo: “Las carreras de un día no tienen nada que ver con una etapa del Tour”, insistió. “Los Campeonatos del Mundo en Kigali serán de unos 250 kilómetros, con seis o siete horas de competición. Es otra disciplina completamente distinta. Vingegaard no está habituado a ese tipo de esfuerzos”.

Y es que los datos son difíciles de ignorar. El danés ha participado en muy pocas carreras de un día en los últimos años. Desde que comenzó la temporada 2024, tan solo ha competido en una de ellas: la Clásica de San Sebastián, que además no logró terminar. Tampoco ha disputado nunca los Campeonatos del Mundo en categoría élite, ni ha formado parte del pelotón en ninguna edición de los Juegos Olímpicos.

Rossetto, por su parte, sigue sin mostrarse convencido del todo: “He visto lo que ocurre cuando los corredores intentan cambiar de disciplina. No todos pueden hacerlo. Él no es de esos pocos que dominan ambos mundos. ¿En los Mundiales? Apostaría en su contra sin dudar”.

Donde sí hay consenso absoluto entre los analistas es en cuanto a la posición de Vingegaard como máximo favorito para la Vuelta a España. En las clasificaciones por estrellas elaboradas para la carrera, el danés fue el único ciclista que recibió la puntuación máxima de cinco estrellas. Los corredores del UAE Team Emirates, João Almeida y Juan Ayuso, obtuvieron tres estrellas cada uno. Nadie fue valorado con cuatro, una decisión intencionada para destacar claramente la diferencia existente entre Vingegaard y el resto de sus rivales.

“Podría haber puesto cuatro estrellas a Ayuso y a Almeida. Pero sinceramente, sólo espero que no lleguen ya con tres minutos perdidos después del paso por Andorra. Porque si Vingegaard está en plena forma, como en el Tour, esta Vuelta podría estar sentenciada antes de tiempo”.

La temporada 2025 de Jonas Vingegaard ha sido, de forma deliberada, bastante ligera. Comenzó su año en la Volta ao Algarve, sufrió una caída durante la París-Niza, volvió para competir en el Critérium du Dauphiné y posteriormente en el Tour de Francia. “No ha tenido muchos días de competición en el último año y medio, tal vez incluso haya competido demasiado poco”, apuntó Rossetto. “Pero en la Vuelta puede alcanzar su máximo nivel”.

Durante el pasado Tour ya se percibían señales de que Vingegaard tenía la mente puesta en la Vuelta a España. Evitó pelear por la victoria en los Campos Elíseos y adoptó una estrategia más conservadora en las últimas etapas. Para Rossetto, no fue una coincidencia: “Estaba mirando al futuro. No gastó todas sus energías. Y a diferencia del año anterior, cuando terminó por detrás de Sepp Kuss, esta vez creo que quiere ganar él mismo”.

Por ahora, el dominio de Vingegaard continúa estando firmemente vinculado a las pruebas de tres semanas. Si ese legado se ampliará algún día a las clásicas de un solo día sigue siendo una incógnita sin respuesta. Y quizás, incluso, es una pregunta que el propio Vingegaard aún no se ha planteado de forma seria.