"Podría ser entrenadora mental de muchos": Las preciosas palabras de Jonas Vingegaard hacia su esposa

A veces, la presión puede ser asfixiante en deportes tan orientados al rendimiento como el ciclismo en ruta. Líderes de equipo, patrocinadores, aficionados y medios exigen a las grandes estrellas, y el peso de esas expectativas puede resultar excesivo. Como triple ganador de grandes vueltas, Jonas Vingegaard conoce bien los desafíos del ciclismo profesional, no solo físicos, también mentales.

“Sin duda es un reto mental. Hoy en día se necesita mucho para ser ciclista”, dijo a Feltet, entre otros, durante un acto con patrocinadores. “Hay muchas concentraciones y mucho tiempo lejos de casa. El Tour cada vez es más grande, y hay más presión del equipo, pero también de los medios y de todo lo que lo rodea. Así que no creo que volvamos a ver carreras como la de (Alejandro) Valverde”.

Algunos deportistas recurren a psicólogos del deporte o entrenadores mentales para aliviar parte de esa presión. Pero Vingegaard explica que esos expertos no podrían ayudarle demasiado. ¿Qué le sirve al danés para mantener la calma cuando las cosas no salen según lo previsto? Lo sencillo. Su vida fuera de la bici y, por encima de todo, su esposa Trine Vingegaard, que no solo es su compañera de vida, también su confidente y consejera en los momentos difíciles.

“Mi mujer, Trine, entiende muy bien a las personas. Me atrevería a decir que podría ser entrenadora mental de muchos”, no escatima elogios Vingegaard hacia su pareja. “Tiene facilidad para comprender a la gente. A menudo se trata simplemente de desahogarse, y entonces te sientes mejor. Para mí también es así. Cuando estoy estresado, necesito hablarlo y soltar lo que me frustra”.