Entre bromas Rigoberto Urán y Purito Rodríguez animaban a algunos colegas ciclistas a tomar el camino de la retirada. Se dice que ese mensaje iba para Chris Froome y un Nairo Quintana que está completando una temporada muy pobre en Movistar Team. Desde aquí nos vemos obligados a decir que si las cosas continúan así lo mejor que puede hacer el de Cómbita es colgar la bici a final de año.

Y es que tras un 2023 más que complicado por la sanción encubierta de medio pelotón francés por su positivo por tramadol en el Tour de Francia del año anterior, el bueno de Nairo pudo volver a competir otra vez con el conjunto telefónico. Y lo cierto es que, teniendo muy mala suerte con las caídas, rindió a muy buen nivel cuando estuvo sano llegando a rozar incluso un triunfo en el Giro de Italia.

Esta temporada sin embargo las cosas no le están saliendo igual. Al contrario del año pasado está librando bien las caídas y lleva una campaña de competición amplia, pero sin resultados. Y, señores, estamos hablando de Nairo Quintana, no de un cualquiera. Estamos hablando de un ganador de Giro y Vuelta. Estamos hablando del único hombre que puso en aprietos a Chris Froome en su zenit con varios podiums en el Tour de Francia.

Arrastrase es una opción para algunos (para Froome, claramente), pero no debería ser una opción para Nairo. No decimos que se esté arrastrando ya, pero con este rendimiento parece más cerca de eso que de volver a brillar. Porque lo intenta, pero no consigue volver a luchar por victorias ni por ser un gregario de lujo relevante.

Este año comenzó con buenas sensaciones en la Challenge de Mallorca, colándose en escapadas y siendo protagonista aunque no consiguiera ningún resultado. Luego fue sexto en la Vuelta a la Región de Murcia en lo mejor que ha hecho hasta la fecha este año.

La única carrera que ha abandonado hasta la fecha este año el bueno de Nairo ha sido una Vuelta a Andalucía cuyo recorrido no le venía nada bien. Se tuvo que marchar por una gripe. Corrió antes del Giro la Tirreno Adriático y la Volta a Catalunya. Su mejor puesto en una etapa fue 15º en Monserrat a 34 segundos del grupo de Roglic y Ayuso que se jugó la victoria. Fue el 19 en la general de la ronda catalana. Y luego llegó el Giro de Italia.

Los resultados discretos de las carreras anteriores no extrañaban. Parecía que el bueno de Nairo estaba esta vez sí intentando llegar de la mejor manera posible a la ronda italiana. Además, siendo él un fondista especialista en grandes vueltas, le venía bien que casi toda la dureza de la carrera estuviera concentrada en la última semana. Pero nada de nada. Acabó el 25 en la general por su gran clase, pero ni se coló en ninguna escapada como el año anterior, ni se le vio con los mejores en los puertos finales. Obviamente ayudó a Einer Rubio todo lo que pudo, pero no en momentos clave cerca de meta. Estuvo lejos de eso.

Así, ahora se encuentra corriendo la Vuelta a Suiza, donde Movistar está brillando con jóvenes como Javi Romo o Pablo Castrillo. El bueno de Nairo lo intentó en un par de ocasiones, pero como le viene pasando durante todo el año, sin éxito. Como decimos, no parece estar a la altura de sus colegas actualmente. Porque una cosa es perder contra Tadej Pogacar como el año pasado en el Giro, y otra no poder rendir a un buen nivel como le está sucediendo en la presente campaña.

Si la cosa continúa igual, lo mejor es que se retire a final de la presente temporada. Tampoco tendría lógica que Movistar Team ocupara una ficha alta como la que imaginamos que tiene si sigue dando estas prestaciones.

Que quede claro que no creemos que Nairo se está arrastrando como si está haciendo su compatriota Fernando Gaviria, que está demostrando en Movistar por qué en UAE no lo quisieron y por qué es el único ciclista del que ha hablado mal Matxín.

Simplemente vemos que no va. Que de los 34 a los 35 parece que ha metido un bajón y a estas alturas y con la competitividad que hay en el pelotón actual es difícil recuperarse. En todo caso, se ha ganado él decidir cuándo y cómo se va. Una carrera como la suya, sobresaliente, así lo merece.

Por un lado está lo que decida Nairomán y por otro lo que debería decidir Movistar Team. El equipo telefónico ha ido apostando poco a poco por los jóvenes y en 2025 con especial fuerza con hombres que están a gran nivel como Iván Romeo, Jon Barrenetxea, Pelayo Sánchez, Javi Romo o Pablo Castrillo. Y este debería ser el modus operandi a seguir: jóvenes talentos que se desarrollen y le den alegrías en forma de triunfos y puntus UCI a los de Abarca Sports.

Así, con Enric Mas como líder para las generales veterano ya renovado, lo cierto es que no parece que haya hueco para Nairo el año próximo. Comienza un nuevo trienio y habrá que prestarle otra vez mucha atención al ranking UCI toda vez que cada vez hay más equipos de segunda que están invirtiendo mucha pasta y consiguiendo resultados. Uno no se puede confiar y apostar por los jóvenes parece la mejor opción para crecer de un modo sostenible.

Otra razón para tener margen salarial suficiente disponible es si vuelve a surgir una oportunidad de mercado como la que finalmente mandaron atrás de Carlos Rodríguez. No sabemos si Juan Ayuso va a seguir a largo plazo en UAE con todas las polémicas a su alrededor y evidentemente un talento español así si se pusiera en el mercado ciclilsta disponible Eusebio Unzué y compañía deberían al menos intentarlo.