El debate sobre el porvenir del ciclismo profesional ha cobrado fuerza en los últimos días, luego de que
One Cycling —una iniciativa a modo la Superliga de fútbol respaldada por Arabia Saudí con la intención de transformar el deporte— respondiera con firmeza a la decisión de la
UCI de bloquear la inclusión de sus pruebas en el calendario mundial de 2026.
Con el respaldo financiero de 250 millones de euros procedentes del fondo saudí SURJ Sports Investment Fund, One Cycling tenía previsto lanzar cuatro nuevas competiciones de categoría WorldTour en Norteamérica, Sudamérica y Arabia Saudí. Además, planteaba una nueva serie compuesta por 22 eventos con una visión más orientada al ámbito comercial. Sin embargo, el Comité de Gestión de la UCI rechazó la propuesta, considerándola “incompatible”.
Existe consenso en que el ciclismo necesita renovarse. El modelo propuesto podría brindar una mayor estabilidad financiera a los equipos, que hoy dependen casi por completo de los patrocinios. La gran incógnita es si One Cycling supondría una amenaza para la esencia del deporte.
Pese al revés recibido, los promotores del proyecto insisten en que no ha llegado a su fin. Una fuente cercana al mismo declaró a CyclingNews que el ciclismo se encuentra ante una decisión crucial: avanzar o arriesgarse a quedar relegado.
“Los deportes que aceptan transformarse atraen a los inversores. Los que no lo hacen, se estancan. El ciclismo profesional está ahora mismo al borde del abismo”, afirmó.
El mismo portavoz anónimo fue tajante sobre lo que está en juego: “Ignorar la realidad podría llevar al colapso. Ese es el peligro que enfrenta el ciclismo”.
Pogacar, Vingegaard y compañía quieren seguir ganando pasta.
La 'lucha' de la UCI
Aunque la UCI ha manifestado públicamente su apertura a capital externo —y su presidente, David Lappartient, llegó a declarar: “Damos la bienvenida a nuestros amigos saudíes”—, finalmente optó por no otorgar a las pruebas de One Cycling el estatus de élite. Lappartient ha tratado de mantener un equilibrio delicado entre la inyección de recursos y la protección del calendario, especialmente en lo que se refiere a las carreras emblemáticas organizadas por ASO.
El influyente grupo francés, responsable del Tour de Francia, se mantiene como el principal opositor a One Cycling. Mientras tanto, varios equipos destacados como Visma, Red Bull y Soudal - Quick-Step parecen dar su apoyo al nuevo proyecto. Según los propios impulsores, cuentan con el respaldo del “95% de los principales ciclistas del pelotón”.
El planteamiento es claro: el modelo económico del ciclismo profesional necesita cambios profundos.
“Tenemos una propuesta que creemos viable desde el punto de vista comercial”, comentó la fuente. “Estamos convencidos de que puede generar más ingresos para el deporte. Los equipos y organizadores que actualmente operan con pérdidas podrían llegar a ser rentables”.