"No había nadie conmigo": ¿Palo a Juan Ayuso? João Almeida critica la falta de apoyo de su equipo

La novena etapa de la Vuelta a España 2025 dejó una de las imágenes más reveladoras hasta el momento: João Almeida, aislado en los últimos kilómetros de la ascensión a Valdezcaray, no pudo responder al ataque de un Jonas Vingegaard intratable. El portugués cedió 24 segundos frente al danés, aunque tras la etapa se mostró sereno y confiado en sus opciones para lo que queda de carrera.

"Hoy me ha faltado un poco de apoyo del equipo. Al final, no había nadie conmigo. Así son las cosas", comentó Almeida en Eurosport, ofreciendo su habitual lectura clara y directa de lo ocurrido.

El UAE Team Emirates XRG se desvaneció en los compases decisivos, dejando a su líder en solitario justo cuando comenzaba la gran batalla de la jornada. El ataque de Vingegaard llegó muy pronto en la subida, lo que pilló a muchos rivales fuera de posición y sin capacidad inmediata de reacción.

Tom Pidcock trató de acompañar a Almeida en la persecución, aunque el propio portugués admitió que la situación ya estaba condicionada: "Estábamos mal colocados. Salieron increíblemente fuerte, y fue difícil cerrar la brecha de inmediato. No pude seguirles cuando Vingegaard atacó. Me sentía bien en la subida, pero él volaba".

A pesar del golpe, Almeida logró minimizar las pérdidas. Cruzó la meta junto a Pidcock, a 24 segundos del vencedor del día, pero con una ventaja considerable respecto a otros contendientes de la general. Ese esfuerzo le permite mantener sus aspiraciones de podio plenamente vivas.

Con Torstein Traeen todavía en rojo, aunque apenas con 37 segundos de colchón, la situación se estrecha en la lucha por el liderato. Vingegaard se ha consolidado como el gran referente, pero Almeida no se resigna a ceder protagonismo.

Para el portugués, la etapa no supone un giro definitivo en la carrera: "Son sólo 24 segundos, no ha cambiado nada. Me siento bien. Seguiremos intentándolo hasta el final. Cada día es una nueva oportunidad, y todavía puede pasar cualquier cosa".

Con esa filosofía, Almeida encara el día de descanso y las próximas jornadas, convencido de que el margen de maniobra sigue abierto y de que su ambición por la Vuelta permanece intacta.