Por segundo día consecutivo
Mikel Landa ha acabado segundo en la
Itzulia tras
Jonas Vingegaard. Esta vez el alavés fue capaz de seguir al ganador del último Tour de Francia en la subida final y ambos llegaron escapados a meta tras la bajada. En la volata, el del
Bahrain Victorious no pudo con la explosividad de su rival y tuvo que volver a conformarse con el segundo puesto del cajón.
Tras la prueba, reconocía que había intentando jugar sus cartas en el esprint, pero que no había sido posible. Sobre la subida, reconocía que bastante hizo con aguantarle el ritmo al danés del Jumbo-Visma:
"He intentado tener sangre fría, pero luego se me han quedado cortos... bueno cortos o largos los últimos 100 metros. Cuando se ha ido tenía que cogerle sí o sí y luego con aguantarle ya tenía bastante"