Mikel Landa es una de las grandes esperanzas españolas en la
Vuelta a España 2024. Eso, tras la contrarreloj individual de la primera etapa, el líder del
Soudal Quick-Step ya tiene que recuperar terreno, pues ha perdido unos 50 segundos con respecto a Primoz Roglic.
El corredor vasco llega a la Vuelta a España 2024 con mucha confianza después de una gran actuación en el Tour de Francia a principios de este verano, ayudando al líder del equipo Remco Evenepoel a subir al podio y terminando 5º en la general por derecho propio
Sin embargo, sigue existiendo la creencia de que Landa sólo puede sobresalir cuando actúa como gran gregario, en lugar de cuando asume el liderazgo. Este es un mito que el corredor de 34 años quiere disipar esta vez en su Gran Vuelta de casa. "Me duele. Porque se olvidan de los resultados que tuve en el pasado cuando era el líder", explica Landa a
Marca. "Yo terminé cuarto en el Tour por segunda vez o cuando terminé tercero en el Giro por segunda vez como líder del equipo".
Sin embargo, Landa admite que es consciente de las presiones del liderazgo. "Siento mucha presión", admite, después de terminar 92º en la contrarreloj de la primera etapa en Lisboa. "Es una gran oportunidad. Tengo un buen equipo a mi disposición y quiero aprovecharlo, a ver si lo consigo".
Aunque el recientemente coronado doble campeón olímpico Evenepoel no estará presente en España, Landa revela que ha mantenido conversaciones con la superestrella belga. "No hemos hablado mucho porque me imagino lo ocupado que debe estar su teléfono cada día. Uno de los días habló conmigo. Me deseó suerte y me dijo que todo iba a ir bien", explica Landa. "Fue increíble lo que hizo. Disfrutamos del Tour y luego lo hizo genial en París".