Mathieu van der Poel saborea las icónicas duchas de la París-Roubaix: "Me he duchado aquí muchas veces, pero nunca como ganador"

Las emblemáticas duchas de la ParIs-Roubaix son un lugar donde se han tomado muchas fotos icónicas. Este año le tocó a Mathieu van der Poel saborear el momento y disfrutar de la gloria de su dulce victoria.

"Me he duchado aquí muchas veces, pero nunca como ganador", dijo la estrella del Alpecin-Deceuninck al reportero de Sporza Sammy Neyrinck momentos después de la primera victoria de su carrera en la París-Roubaix. "Si puedes elegir como corredor, quieres ganar aquí de esta manera. Pude disfrutar de una vuelta en ese circuito. Fue un momento único".

Con su principal rival, Wout van Aert, sufriendo posiblemente el pinchazo más inoportuno de la historia del ciclismo, van der Poel pudo relajarse y disfrutar del momento, ya que finalmente conquistó el Infierno del Norte a la tercera oportunidad. "En el pasado lo habría disfrutado menos, pero ahora he intentado asimilar el momento dentro de mí. Me doy cuenta de que probablemente nunca vuelva a suceder de esta manera", afirma. "En solitario, después de una gran actuación del equipo y con Jasper Philipsen como subcampeón, nunca sucederá".

"No se puede subestimar la parte de mis compañeros de equipo en esta victoria", prosigue el corredor de 28 años. "En Roubaix no sólo necesitas buenas piernas. También se necesita una buena dosis de suerte para triunfar aquí. Es una pena que Wout tuviera mala suerte. De lo contrario, tenemos que ser honestos, habríamos tenido un final totalmente diferente".