Luke Plapp parece el hombre más fuerte del
Tour Down Under ya que en la subida más dura de la segunda etapa atacó con violencia y ningún favorito pudo seguirle. Sin embargo, se le pegó a la rueda el rapidísimo
Jhonatan Narváez, ante el que sabía no tenía nada que hacer en meta.
"Ha sido un buen esfuerzo. Conozco bien la subida, después de bastantes exploraciones. Hoy tenía muchas ganas de ir a por todas, pero me seguía Jhonatan Narváez", dijo Plapp en una entrevista posterior a la carrera. "Narváez es uno de los hombres más rápidos de esta carrera. Sé que en un sprint siempre tengo que reconocer a mis superiores. Tuve que cancelar mi intento de ataque, también porque Caleb [Ewan] seguía en el grupo perseguidor. Ya lo habíamos hablado de antemano: No llevaría a Jhonathan ni a Corbin Strong hasta la meta. Entonces era importante mantener las piernas quietas".
El movimiento se produjo dentro de los 10 kilómetros finales y contenía a dos de los más fuertes de la carrera, que se separaron del pelotón en un ataque largo y ardiente. Plapp hizo que se produjera la separación, pero decidió no llevarla a cabo, ya que reconoció que se enfrentaba a un adversario superior. "Seguí pedaleando un rato, pero al final vi bastante rápido que no iba a funcionar. Jhonatan es un gran piloto que además ha conseguido bastantes segundos de bonificación. Sin duda competirá por la victoria final".
Con Simon Yates también incapaz de seguirle, no fue el escenario ideal para el equipo australiano, que también vio como Caleb Ewan fallaba en el sprint por un puesto de cabeza en el pelotón perseguidor que se quedó a las puertas de alcanzar a Isaac del Toro. "El hecho de que haya ido tan bien cuesta arriba me da buenas sensaciones. Lo veo como una muy buena señal de cara a las etapas del sábado y el domingo. Tenemos confianza", concluyó el campeón australiano.