Una vez finalizada la temporada de clásicas de primavera, la campeona del mundo
Lotte Kopecky ha compartido una sincera reflexión sobre su campaña a través de una emotiva publicación en Instagram.
Kopecky, que arrastró una persistente lesión de rodilla durante todo el invierno, reconoció que la preparación interrumpida y la presión del escrutinio público afectaron seriamente su confianza en los últimos meses. Aun así, logró una victoria de prestigio en la Vuelta a Flandes y fue clave en los triunfos de Lorena Wiebes en la Milán-San Remo y la Gante-Wevelgem.
La ciclista belga se abrió sobre su estado mental y sus dificultades físicas: “No buscaba excusas; lo que defiendo es ser sincera. Así que, cuando dije ‘debería estar contenta con esta primavera después del invierno que he tenido’ en la entrevista posterior a Lieja-Bastoña-Lieja, quizás debí pensarlo dos veces antes de marcharme”.
“Pero estaba cansada de las opiniones, de las grandes expectativas, y sentía que ya no era suficiente. Necesitamos a los medios de comunicación, pero a veces resulta duro escuchar todo lo que se dice sin tener idea de lo que sucede en nuestras vidas. Nos marcamos objetivos, pero eso no significa que los logremos todos. Al final, perdemos más de lo que ganamos”.
Kopecky explicó que la lesión de rodilla supuso una interrupción durante el invierno, algo especialmente desafiante para alguien con su motivación.
“He estado lidiando con mi rodilla todo el invierno, subiendo y bajando de la bicicleta constantemente. Fue un desafío mental para alguien que prácticamente es adicta al deporte. Pero, una vez más, aprendí mucho sobre mi cuerpo”.
Ya tenía previsto un inicio tardío de temporada, con el objetivo de regresar en la Milán-San Remo. Aunque no luchó por el triunfo, se mostró orgullosa de haber contribuido al éxito de su compañera Lorena Wiebes.
“El año pasado ya había planeado empezar la temporada directamente en la Milán-San Remo, y estoy contenta de haberlo logrado justo a tiempo. Pude ayudar a Lorena a conseguir la victoria. Yo no pude marcar la diferencia, pero me hizo muy feliz contribuir al triunfo del equipo”.
Kopecky fue ganando forma a medida que avanzaba la campaña de clásicas, aunque admite que nunca alcanzó su pico de rendimiento.
“Sentía que mi cuerpo necesitaba mucho ritmo de competición, ya que no había hecho entrenamientos de intensidad durante el invierno. Pero con cada carrera fui mejorando, a veces mucho, a veces poco, intentando confiar en el proceso y apoyándome en la base que he construido en los últimos años.
Pero nunca llegué a dar todo mi potencial. Al igual que muchos de vosotros, yo también deseaba más victorias y honrar este increíble maillot. En general, estoy satisfecha con cómo ha ido la primavera: salgo de las clásicas en buena forma, con frescura y muchas ganas de seguir luchando por victorias”.
Kopecky cerró su mensaje con una nota de optimismo y determinación: “A veces las cosas pasan por una razón. Seguiré trabajando duro, soñando y apuntando alto para este verano”.