Las increíbles palabras de Tadej Pogacar sobre Mathieu van der Poel: "Si fuera niño sería mi ídolo"

A lo largo de la historia han existido grandes rivalidades en el ciclismo y, tras los duelos entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar en el Tour de Francia, este último mantiene ahora una disputa titánica con Mathieu van der Poel en las clásicas de primavera. El campeón del mundo no siente más que respeto por su principal rival, incluso con la decepción de haber perdido ante él en la París-Roubaix y la Milán-San Remo.

"Es una carrera llana, pero basándome en mis habilidades, esta ha sido una de las más duras que he disputado", declaró Pogacar en la rueda de prensa posterior, según informa In de Leiderstrui. "El cuerpo sufre mucho en los adoquines, así que sin duda la incluyo entre las pruebas más exigentes que he corrido. Pero esa experiencia me será útil la próxima vez".

La carrera se rompió a más de 100 kilómetros de la meta: los tramos previos, durante y justo después de la Trouée d’Arenberg fueron decisivos para seleccionar a los más fuertes. Pogacar atacó, pero también tuvo que responder a los movimientos de Van der Poel. Como en Sanremo y Flandes, ambos fueron los más fuertes del día, y su igualdad deja siempre la apasionante incógnita de quién se llevará la victoria.

En esta ocasión, fue Van der Poel. El corredor del Alpecin-Deceuninck se mostró como el más fuerte y, gracias a su experiencia y técnica sobre los adoquines, logró imponerse. Finalmente, Pogacar perdió su rueda tras una caída.

"Es bueno que lo menciones. Cuando vas a toda velocidad, te fijas en las motos. Y si ellas no toman la curva, piensas que no hay curva. De repente estaban muy cerca porque se habían detenido... Debería haberlo previsto, así que no lo pongo como excusa", explicó. Aunque un segundo puesto en su debut es un resultado brillante, el esloveno no quedará del todo satisfecho al ver cómo Van der Poel le ha arrebatado prácticamente los dos títulos que le faltan para completar los cinco monumentos del ciclismo: Sanremo y Roubaix.

Pese a todo, entre ambos solo hay respeto, y Pogacar no dudó en elogiar a su rival, al que probablemente no volverá a ver hasta el Tour de Francia: "Mathieu es un gran campeón. Es uno de los mejores corredores del mundo, y para mí es un honor competir contra él. Ya lo he dicho antes, pero si yo fuera un niño, Mathieu sería mi ídolo".