Durante la
París-Roubaix de ayer no cabía duda de que los ciclistas se dirigían hacia una de sus ediciones más rápidas. Y acabó convirtiéndose en la más rápida desde su creación, ya que los corredores batieron el récord establecido en 2022.
Mathieu van der Poel se hizo con la victoria con una velocidad media de 46,841Km/h.
Esto se debió al ritmo increíblemente alto durante las primeras horas de la carrera, con los corredores llegando al primer sector con una media de más de 50Km/h debido a las docenas de intentos de escapada, la lucha por el posicionamiento y el ligero viento favorable. Cuando la carrera se abrió del todo, a falta de más de 100 kilómetros, la velocidad se mantuvo en máximos históricos.
El récord del holandés fue más de 1 km/h más rápido que el conseguido por
Dylan van Baarle el año pasado. Sobre el papel, varios corredores han batido ese récord. 45,792Km/h era el récord anterior según
ProCyclingStats, pero los ciclistas tendrán que hacer esfuerzos épicos si quieren batir pronto el nuevo récord.