La bancarrota de Sir Bradley Wiggins, en cifras: Casi 2 millones de libras de deuda

Durante su carrera, Sir Bradley Wiggins fue una de las grandes caras del ciclismo. Sin embargo, no se puede decir que su vida lejos de la bicicleta esté siendo igual de afortunada. Ni mucho menos.

El ex corredor de 44 años ha pasado por momentos mucho más difíciles últimamente, con su empresa Wiggins Rights Limited entrando en liquidación voluntaria en 2020 y, a principios de este año, el propio hombre declarándose en bancarrota.

Las cosas parecen estar lejos de resolverse en el caso contra la empresa del ganador del Tour de Francia 2012, ya que la cantidad que se reclama a los acreedores ha aumentado de las 979.953,53 libras iniciales a la exorbitante cantidad de 1.976.157,73 libras, casi 2 millones.

"Durante el período del informe anterior, recibí respuesta de terceros en relación con el acceso a los libros y registros de la empresa y he llevado a cabo entrevistas con personal clave. Como resultado de estas investigaciones, he podido sustanciar el aumento de la reclamación dentro del procedimiento de quiebra del Director [Wiggins] (aumentado a la suma de £1.976.157,73)", explica Georgina Eason, especialista en insolvencia de MHA.

Según el abogado de Wiggins, Alan Sellers, en declaraciones recogidas por Cycling Weekly, el ex campeón olímpico sólo quiere pasar página a toda la debacle. "Tras su quiebra este año, Bradley está reconstruyendo su vida, en general y financieramente", dice Sellers. "En última instancia, la deuda de Wiggins Rights formará parte de la quiebra que está llevando a cabo el administrador, y cualquier activo o de otro tipo se compensará con cualquier deuda. En última instancia, será el síndico quien decida lo que se debe y lo que no".

"Históricamente, hemos recibido instrucciones, como Bond Turner (el bufete de abogados), de perseguir a varias personas y empresas por asesoramiento negligente. Desde la bancarrota, esos procedimientos se han paralizado porque, una vez que te declaras en quiebra, necesitas el permiso del administrador de la quiebra para continuar con cualquier procedimiento propuesto o en curso", continuó Sellers. "A fecha de hoy no tengo ese permiso, pero confío razonablemente en que lo obtendremos a su debido tiempo".