Después de haber demostrado su competitividad en varios de los Monumentos a lo largo de su trayectoria,
Julian Alaphilippe solo le falta por conquistar una de las grandes pruebas de un día: la
París-Roubaix.
El Infierno del Norte no se adapta a los atributos del francés, que declaró en un episodio del podcast The Wolfpack Howls del
Soudal Quick-Step que "los adoquines son horribles. Está bien para caminar, pero no para el ciclismo. No sé por qué nos gustan tanto estas carreras. Tengo la suerte de preferir Flandes a Roubaix".
Sin embargo, como único Monumento de Francia, París-Roubaix está en la lista de deseos de la mayoría de los corredores franceses y Alaphilippe no es diferente, ya que dijo que "en diciembre pregunté al equipo si podía hacerlo. Me gustaría correr París-Roubaix una vez en mi carrera. Sé que me contradigo con lo que acabo de decir. Creo que soy demasiado ligero, que voy a sufrir, pero aun así me gustaría hacerlo. Es la historia del ciclismo".
La carrera no está actualmente en el calendario de Alaphilippe para 2024, pero está previsto que corra el Tour de Flandes. Parecía preparado para subir al podio en la carrera de 2020, pero sufrió una desafortunada caída en los últimos kilómetros.
Sobre el Monumento de Flandes, Alaphilippe dijo que "el Tour de Flandes es una de las carreras más grandes y difíciles del año, con una gran historia a sus espaldas. El mero hecho de estar en la salida te hace sentir algo especial. Puedes escribir la historia o vivir una pesadilla de 6 horas. Me encanta".
