Jonas Vingegaard se echa a llorar tras su victoria sobre Tadej Pogacar: "Después de los últimos 3 meses significa mucho"

La etapa 11 del Tour de Francia 2024 ha regalado a los espectadores un espectáculo mayúsculo en el Macizo Central. Después de que Tadej Pogacar atacase en el Puy Mary en busca de ganar más tiempo en la clasificación general, Jonas Vingegaard consiguió alcanzar al maillot amarillo y rodar con él los kilómetros finales de la jornada hasta la meta, donde le batió al esprint. Un importante golpe mental del danés de Visma - Lease a Bike, que en las declaraciones tras el etapón no pudo aguantar las lágrimas tras todo el recorrido lleno de obstáculos que ha tenido que pasar en los últimos meses.

"Por supuesto, es muy emotivo para mí. Volver del accidente... Significa mucho. Todas las cosas por las que he pasado en los últimos tres meses. Te hace pensar que nunca habría podido hacer esto sin mi familia", dijo Vingegaard en una entrevista posterior a la carrera. Fue claramente una entrevista muy emotiva, con el danés entre lágrimas de principio a fin después de un viaje al Tour diferente al de todos los demás corredores. Después de sufrir lesiones que le hicieron temer por su vida en el País Vasco hace tres meses, hoy ha podido mostrar su mejor nivel en el Tour.

"Estoy feliz de estar aquí, significa mucho ganar una etapa, especialmente para mi familia. Estuvieron ahí apoyándome todo el tiempo", dice. El UAE Team Emirates trabajó durante todo el día y lanzó a Pogacar al ataque a falta de 31 kilómetros. Vingegaard quedó descolgado y se vio obligado a perseguir junto a Primoz Roglic. Pero en la penúltima subida del día hizo un tiempo increíble para recortar la distancia con el esloveno por completo.

"No podía seguir el ataque que tenía. Era muy fuerte, tuve que luchar y, en realidad, no creía que fuera capaz de remontar, pero seguí luchando", explica Vingegaard. Los dos llegaron al final de la etapa consolidando su ventaja sobre el resto de competidores. Lo que siguió a continuación fue otra gran sorpresa, ya que a pesar de ser cuesta arriba, Vingegaard tenía piernas para batir a Tadej Pogacar hasta la línea de meta. "Pero conseguí volver, empecé a relevar. Me ha sorprendido un poco haber podido batirle en el esprint, pero por supuesto significa mucho para mí, estoy muy contento por la victoria de hoy. Hace tres meses nunca habría pensado en esto".

Fue una victoria física pero también psicológica sobre el esloveno, del que se esperaba que fuera mejor en este terreno, y que tuvo a su equipo trabajando todo el día para que en la línea de meta perdiera tiempo con respecto a su rival. Pero Vingegaard no estaba centrado en esta guerra psicológica que ha marcado los últimos días de carrera. "Ni siquiera pensaba en eso, sólo pensaba en ir a mi ritmo, y luego a mi ritmo".