El Tour de Francia es el lugar donde
Jonas Vingegaard tuvo el gran avance en su carrera en 2021, y en 2022 confirmó sus cualidades consiguiendo el maillot amarillo tras una de las batallas más épicas de la historia frente a Tadej Pogacar.
"En realidad, siempre pienso que la gente puede haberme subestimado un poco", dijo Vingegaard en una entrevista con DR.dk, hablando de la Grand Boucle de este año. "También fue el caso del Tour de Francia de este año. Sobre todo en los medios de comunicación, diría yo, y no tengo ningún problema con eso. Y creo que tampoco tengo ningún problema en el otro sentido".
Al entrar en la carrera junto a Primoz Roglic, el equipo neerlandés tenía dos armas. Aunque muchos ya sospechaban que el danés sería el líder, eso se hizo evidente ya en la primera llegada a la cumbre de La Planche des Belles Filles, y en ningún momento Pogacar se vio sorprendido por Vingegaard. Sin embargo, la profundidad del equipo fue crucial para asestar un golpe decisivo en la etapa 11.
Al preguntarle si le gustaría volver al Tour, donde ha prosperado en las dos últimas temporadas, responde: "Me gustaría, pero si será el año que viene o el siguiente, habrá que verlo. Tengo que hablarlo con el equipo y luego tenemos que encontrar una solución juntos".
"No he evitado los medios de comunicación como tal, pero tampoco los he buscado. Simplemente me he relajado y he disfrutado de la vida y de estar en casa", explicó. "Sigo pensando que ganar el Tour es algo tan grande que en cierto modo es difícil de afrontar. Siempre soñé con correr el Tour de Francia, pero por supuesto nunca soñé con ganar el Tour de Francia cuando era pequeño. Luego, de repente... bueno, fue muy rápido".
"Creo que la tormenta se ha calmado un poco ahora. Ya no hay tanto problema con la gente que quiere selfies y autógrafos. Fue más bien el primer periodo, justo después", continuó Vingegaard. "Si salgo a comprar por allí, por supuesto que es diferente. Y, por supuesto, has ganado el Tour de Francia, pero de nuevo, sigo siendo el mismo".