Sabemos de sobra que los controles antidopaje de la UCI pueden producirse en cualquier momento. Da igual lo que el ciclista esté haciendo en ese momento (esté de vacaciones en Bahamas o en su casa en el cumpleaños de su primo), está obligado a pasar el control. Y es lo que le ha pasado al corredor del Astana
Javier Romo, que ha sido visitado por sorpresa por 'los vampiros'.
Según explicó Carlos de Andrés en Teledeporte, el corredor español se encontraba en un hospital en Guipuzkoa recuperándose de una fractura y durante su estancia recibió el control antidoping.
"Una fractura en el maxilar y una perforación con pérdida de líquido cefalorraquídeo provocado por el taponamiento nasal de la segunda foto me tendrá un tiempo apartado de la bici", explicó Romo sobre su problema en sus redes sociales.
El toledano de 24 años es una de las pocas buenas noticias del Astana en este inicio de campaña, mostrándose muy activo en las primeras carreras del año que disputó com la Volta a la Comunitat Valenciana, el UAE Tour o la Paris-Niza. Tuvo que abandonar la Itzulia en la tercera etapa.