"Es poco humano lo que hacen": El zasca de Scaroni al 'canibalismo' de UAE en 2025

En una temporada en la que el UAE Team Emirates - XRG ha pulverizado récords, reescrito normas y ganado con una regularidad casi mecánica, el dominio del equipo ya no es simplemente una maravilla deportiva, sino que se está convirtiendo en un punto álgido de debate y todo ello más allá incluso de Tadej Pogacar.

La última crítica viene de Christian Scaroni (XDS Astana Team), que terminó cuarto en el Trofeo Tessile & Moda en Piemonte el domingo. Tras ver cómo Adam Yates se hacía con la victoria y su compañero de equipo Jay Vine se hacía con el último cajón del podio, Scaroni ofreció una reflexión sincera y mordaz sobre lo que supone competir a la sombra de un gigante.

"Cuando me dijeron que también querían el podio, sinceramente pensé que era una decisión poco humana", declaró Scaroni a los medios tras la carrera. "Si ya has ganado la carrera, no veo por qué le quitas esa pizca de luz a un equipo como el Burgos, o a nosotros".

Los comentarios, pronunciados con evidente frustración pero también con un sensato sentido del realismo, reflejan un malestar más generalizado que se ha instalado en el pelotón masculino del World Tour: cuando un equipo se lo lleva todo, ¿qué queda para el resto?.

La temporada 2025 del UAE ha ido más allá del dominio: ha virado hacia el control casi total. Con 94 victorias, el equipo ha eclipsado la antigua marca de 85 victorias en una sola temporada, establecida por HTC-Columbia en 2009. Ese hito se produjo en septiembre, cuando el triunfo de Brandon McNulty en la general del Tour de Luxemburgo se convirtió en la 86ª victoria del UAE.

Desde entonces, han seguido acumulando victorias con una eficacia implacable, ganando etapas del Gran Tour, clásicas de un día y carreras italianas de final de temporada como el Trofeo Tessile & Moda del domingo, a menudo con varios corredores en las jugadas decisivas.

"Empezaron a atacar por todos lados", dijo Scaroni. "Cuando Yates y Mathys Rondel se fueron, no estuve lo bastante fino para seguirles. Chumil y yo intentamos mantener un ritmo, pensando más en el podio que en alcanzar a Yates".

En los últimos kilómetros, Scaroni cuenta que preguntó a los pilotos de EAU si permitirían al grupo perseguidor disputar el tercer puesto. La respuesta fue negativa. "Les pregunté si podían dejarnos el podio, pero ellos también querían el tercer puesto. Cuando intenté acercarme a Vine, Pavel Sivakov estaba siempre a mi rueda. Al final, si son tan fuertes, no puedes hacer nada".

Para ser claros, Scaroni no cuestionó el derecho de EAU a ganar, ni puso en duda su profesionalidad. Sus comentarios fueron más de resignación que de acusación. Pero el subtexto era claro: cuando el superequipo de este deporte se lleva por delante incluso pequeños destellos de éxito, como un tercer puesto, la frustración es inevitable: "Un podio habría dado visibilidad a nuestro equipo", añadió Scaroni. "Hoy, sencillamente, han sido mejores. Nos llevamos este cuarto puesto y miramos hacia adelante, a las dos próximas carreras".

Es probable que la frase de Scaroni - "poco humano"- perdure. No se trata de una crítica al incumplimiento de las normas o a un comportamiento antideportivo, sino más bien a una cultura en la que ganar no es sólo el objetivo, sino una misión que lo consume todo. En un año en el que 20 de los 29 corredores del UAE han ganado carreras, y en el que Tadej Pogacar, Isaac del Toro, João Almeida, y ahora Yates y Vine, se han turnado para liderar la carrera, la amplitud de fuerzas ha dejado poco espacio para los demás.

Scaroni terminó su intervención con una perspectiva equilibrada: "Al final, es su decisión. Estés de acuerdo o no, cada uno compite a su manera e hizo lo que se le pidió. Eso está bien".

Para EAU, está más que bien - es historia en movimiento. Para el resto del pelotón, sin embargo, la cuestión es si esa historia también se está convirtiendo en un estrangulamiento.