Mathieu van der Poel llegó al
Tour de Francia con el objetivo de ganar una etapa y ayudar a las aspiraciones de su compañero en
Alpecin-Deceuninck, Jasper Philipsen en las llegadas en pelotón. Desafortunadamente sólo ha podido cumplir éste último objetivo, ya que no ha conseguido entrar en el top 10 en ninguna etapa hasta el momento.
¿Cómo afronta la situación el campeón del mundo? "Es agotador, pero en el buen sentido. Ya hemos ganado, así que desde mi punto de vista el Tour ya no puede arruinarse para nosotros", piensa
Adrie van der Poel, el padre de Mathieu. "Creo que sólo se verá claro en la próxima semana. También fue así el año pasado, cuando estaba creciendo de verdad. No fue un Tour fácil, con un tiempo cambiante. Ahora se trata primero de sobrevivir para las próximas etapas duras", dijo en
Café Koers.
El propio Van der Poel señaló que
es difícil forzar algo, algo con lo que su padre está de acuerdo. "¿Qué se puede hacer con su tipo de corredor en el Tour? Vale, todavía fue útil en el sprint para Jasper, pero tus posibilidades son mínimas si haces un Tour que se parece a esto. También puedes verlo con otros corredores, que -anónimo es una gran palabra- no pueden hacer lo suyo."
A Mathieu ya no le importa, piensa su padre. "Creo que lo ha aceptado. Conoce las ambiciones del equipo de cara al Tour. El maillot verde se lo quitó un poco esa descalificación, después fue una lucha por esa victoria de etapa. Eso tampoco es fácil, porque hay mucha gente luchando que no tiene mucho que hacer allí", es su opinión sobre el agitado planteamiento del sprint.