El orgullo de Mattias Skjelmose al enterarse que lideraría a Dinamarca en el Mundial de Zúrich

Mattias Skjelmose sigue creciendo a pasos agigantados en el mundo del ciclismo. En 2024, ganó una etapa de la París-Niza, fue podio en la Itzulia y en la Vuelta a Suiza y conquistó el maillot blanco de mejor joven en la Vuelta a España, terminando quinto en la clasificación general final y demostrando que podía liderar un equipo en una Gran Vuelta.

Gracias a sus resultados, fue elegido como el jefe de filas de la selección danesa para el Mundial de Zúrich. En una entrevista reciente ha revelado cómo se enteró de la noticia.

La semana anterior al Mundial, Skjelmose inició una intensa sesión de entrenamiento junto a sus amigos y compañeros de profesión Matias Malmberg y Mads Andersen. Tras la caída sufrida en la segunda etapa del Tour de Luxemburgo, que truncó su preparación para la carrera, Skjelmose necesitaba simular las condiciones de la carrera para recuperar la agudeza.

En el podcast Velofit, Skjelmose describió el viaje en el que se enteró de su capitanía: "Luego tuvimos un viaje que debía simular una carrera ciclista. Estábamos tres de nosotros y Sebastian Andersen (director deportivo del Lidl-Trek Future, ed.) en el coche, y condujimos durante cinco horas con turnos de tres hombres".

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La sesión de entrenamiento fue implacable, con largas tiradas y alta intensidad. "Hice series de 40 minutos a 320 vatios, y luego cada una duró 20 minutos. Hicimos eso durante cinco horas -o quizá fueron cuatro horas y media-, pero luego terminamos con una hora y media de ritmo detrás de un scooter", recuerda.

Las estadísticas de esfuerzo eran asombrosas: "Seis horas y 16 minutos sobre el sillín. 263 kilómetros a una media de 42 kilómetros por hora", reveló Skjelmose. Durante el recorrido, mantuvo una potencia media de más de 300 vatios.

Fue durante esta rigurosa preparación cuando Skjelmose se enteró de que dirigiría al equipo danés en Zúrich. El anuncio, aunque discreto, marcó un hito importante en su carrera. La responsabilidad de capitanear a Dinamarca en el Mundial es un papel prestigioso, y fue una recompensa por el excelente 2024 de Skjelmose.

Desgraciadamente, a pesar de su sólida preparación, los problemas de espalda le obligaron a retirarse la mañana del Mundial. Aunque no tuvo la oportunidad de competir por las franjas arco iris, la historia de cómo se convirtió en el capitán de Dinamarca demuestra el talento de este joven ciclista.

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