¿Chris Froome esquiva la retirada? El británico vuelve a entrar tras su accidente casi mortal

El futuro de Chris Froome todavía no se ha aclarado. El británico sufrió un grave accidente en el pasado mes de agosto, que casi le cuesta la vida. Por eso, a sus 40 años, todo el mundo esperaba que colgase la bicicleta tras el terrible suceso. Sobre todo cuando Israel - Premier Tech (NSN Cycling Team desde 2026) anunció que no seguía en el equipo.

Pero Chris Froome ha sorprendido a los aficionados con una gran novedad en su largo camino de regreso tras la brutal caída que dejó su carrera en el alambre a comienzos de año: ha publicado en redes sociales fotos volviendo a rodar al aire libre por primera vez desde agosto.

El británico de 40 años, que se ha estado recuperando cerca de la Costa Azul, compartió imágenes de un paseo suave con un mensaje cargado de alivio y perspectiva:

“Ha sido un camino duro tras mi última caída, pero se siente increíble volver a estar aquí girando las piernas y en la carretera otra vez. Cada contratiempo te enseña algo… este me recordó que hay que bajar el ritmo, sanar y disfrutar de las cosas simples de la vida.”

Es una actualización discreta pero potente de un corredor cuyo futuro parecía prácticamente escrito hace apenas unas semanas.

El accidente de Froome en agosto —una caída a alta velocidad durante un entrenamiento cerca de Saint-Raphaël— provocó lesiones graves: cinco costillas rotas, una fractura en una vértebra lumbar, un pulmón colapsado y daños en el pericardio, la membrana que protege el corazón. Fue evacuado en helicóptero al hospital de Toulon, pasó días bajo estrecha vigilancia y necesitó cirugía de urgencia.

Los médicos describieron el incidente como “potencialmente mortal”.

En ese momento, su entonces equipo, Israel - Premier Tech, advirtió que la recuperación sería lenta e incierta. La caída llegó tras un periodo largo y complicado en la escuadra, marcado por enfermedades, poca competición y sin resultados significativos desde 2022.

A mediados de noviembre, el equipo confirmó que no sería renovado para 2026. Froome se quedó oficialmente sin contrato, lo que desató la expectativa generalizada de que el cuatro veces ganador del Tour de France podría apartarse discretamente del deporte. En su lugar, ha dado el paso contrario.

Las imágenes muestran a Froome pedaleando con cuidado, aún claramente en fase de rehabilitación, pero indudablemente de nuevo sobre la bicicleta, un hito que parecía improbable. A los 40 años, regresar a la competición profesional tras un trauma de este calibre sería una gesta extraordinaria, incluso para quien ya se reconstruyó tras la catastrófica caída del Critérium du Dauphiné 2019.

Pero la actualización del miércoles cambia el tono de la resignación a la posibilidad. No es una confirmación, ni un bombo de regreso: es posibilidad.

Y, sobre todo, no dio ninguna señal de estar buscando contrato o fijando objetivos competitivos. El mensaje adoptó un registro reflexivo, casi filosófico: sanar, bajar el ritmo, apreciar los momentos simples. Para un corredor que ha vivido dos décadas entre números, vatios y márgenes, es un giro significativo.

Esa es la pregunta abierta. Sin equipo, sin resultados recientes y con lesiones severas de apenas unos meses, el camino de vuelta al pelotón es empinado. Pero el simple hecho de que Froome esté otra vez en la carretera —tras una caída que los cirujanos calificaron de potencialmente mortal— habla de la tenacidad que definió sus mejores años.

Sea la primera página de un giro final de su carrera o simplemente un paseo simbólico para marcar progreso personal, hay algo claro: Chris Froome no ha dejado de dar pedales.

Si decide perseguir un último dorsal, hoy es la primera vez desde agosto que tal idea parece verosímil.