ANÁLISIS | El ciclismo español no se puede permitir a Juan Ayuso fuera del Tour de Francia

El ciclismo español está en las horas más bajas de su historia. Tras dominar el Tour de Francia en los noventa y en el inicio de los años 2000, lleva sin ganar la Grande Boucle desde que lo hiciera Alberto Contador en 2009 y sin un podium desde el de Alejandro Valverde en 2015. Sí, una década entera sin nadie entre los 3 mejores de la carrera.

Desde que Bernardo Ruiz fue tercero en la edición de 1952 que ganó Fausto Coppi, nunca España ha estado una década entera sin subirse al cajón en París. Como máximo, los nueve años que acumula ahora desde que Vicente López Carril fue tercero en el 74 en la última victoria de Eddy Merckx y Ángel Arroyo fue segundo en la primera de Laurent Fignon en 1983. Precisamente a partir de esa segunda posición de Arroyo comenzó la locura del ciclismo español con Perico Delgado, Induráin, Beloki, Pereiro, Contador, Sastre, Purito, Valverde... muchas joyas, muchas victorias, muchas posiciones de honor. Algo que ahora está muy lejos de verse.

Y esto de los podiums es algo anegdótico. Daría igual si hubiera sprinters que ganaran etapas o grandes escaladores que reventaran en montaña con ataques, o contrarrelojistas que hicieran top 5 en grandes cronos o el Mundial. Pero no hay nada de eso. Por eso el ciclismo español no puede permitirse que Juan Ayuso no corra el Tour de Francia y para que lo haga con asiduidad el valenciano debe dejar de correr en UAE. Así de simple.

Ayuso demostró en el Giro que, más allá de que a día de hoy pueda o no ganar una gran vuelta, da espectáculo, acapara titulares, lucha por victorias, no se queda el 28 la primera semana sin opciones de triunfo porque no anda en crono o porque no gana un sprint ni andando hacia atrás.

El Tour de Francia comienza en apenas una semana y es difícil pensar que el ciclismo español puede conseguir algo bonito. Es difícil pensar que puede alguien acabar entre los 5 primeros siendo protagonista o ni siquiera que van a conseguir ganar.

Por supuesto que puede pasar. Hace dos años Carlos Rodríguez fue quinto y ganó un etapón. Pero desde entonces no ha vuelto a brillar. Mikel Landa fue quinto el año pasado ejerciendo de gregario de Remco Evenepoel. No es que le viéramos demasiado con opciones de ganar ni nada parecido, pero fue bonito, recomfortante verle tan fuerte. Este año no está.

Capítulo aparte merece el hombre que en teoría debe acabar más arriba de los españoles en la general, un Enric Mas que volvió a demostrar en Andorra hace nada que lo suyo con la victoria es muy complicado (el comentario anterior de sprintar hacia atrás iba por él y por Mikel, dos ciclistas que muchos tildan de muy diferentes pero que son iguales: sprintan y contrarrelojean como Fernando Escartín).

El problema para Enric Mas es que a pesar de que sólo hay una crono llana de 33 kilómetros en la carrera, está en la jornada 5, y lo normal es que se deje un saco con todos los favoritos, medio favoritos y los que no son favoritos. Luego en la 13 hay una cronoescalada a Peyragudes de 11 km que no debería venirle mal, pero que le vendrá, que le volverá a dejar tocado. 

Veremos qué tal en la alta montaña, pero teniendo en cuenta lo dicho con las cronos, aunque estuviera sublime en montaña no lo vemos por encima de un séptimo-octavo puesto, algo que después de lo mal que lo ha hecho en los últimos Tour estaría bien, pero ¿para qué?.

Y ya hemos nombrado a los mejores. Alex Aranburu en Cofidis es igual que Alex Aranburu en Movsitar: sólo rinde en el País Vasco. Ion Izagirre está cuesta abajo y sin frenos. Marc Soler está para ayudar a Pogacar. Cristian Rodríguez podrá colarse en alguna escapada, pero hasta ahora no ha brillado en grandes carreras. Lo demás está en Movistar. Podrían estar Romo y Castrillo, que ante rivales no demasiado fuertes no han podido brillar en Suiza. La esperanza, visto lo visto en 2025, está en Iván Romeo. En que el vallisoletano se cuele en una escapada y cace una etapa. Es el ciclista más ilusionanante de los españoles de la lsita preliminar del Tour. Y eso es duro.

Por eso insistimos en lo de Juan Ayuso. Un mal Ayuso en el Giro te ha ganado una etapa y, antes de la caída, estaba siempre arriba. Ha ganado Tirreno Adriático. Ha sido segundo en Volta ganando etapa. Está claramente a otro nivel comparado con el resto. Es la única ESTRELLA de verdad del ciclismo español. El único top. Más allá de las críticas que se puedan hacer de su carácter o de su "falta profesionalidad" por no relevar al cien por cien a Pogacar como hacen el resto en UAE.

Titulé este artículo que el ciclismo español no podía permitirse no tener a Juan Ayuso en el Tour de Francia, pero lo que no puede permitirse el ciclismo español es tener a Juan Ayuso en UAE.